San José. – ¿Salarios? “Pírricos”. ¿Infraestructura? “Paupérrima”. ¿Panorama? “Abandono”.
Con términos precisos, el educador hondureño Joel Navarrete, presidente del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras, describió desde Tegucigalpa un escenario en que se desenvuelven las mujeres y los hombres que educan a millones de infantes, jóvenes, adolescentes y adultos en América Latina y el Caribe.
Un profesor venezolano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la (estatal) Universidad Central de Venezuela narró desde Caracas que, ante la realidad de recibir en ese país un sueldo al mes de unos 80 dólares, “esto es un trabajo hacemos casi de gratis”.
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“De verdad, no puedo” contestar preguntas periodísticas, aclaró a EL UNIVERSAL bajo anonimato por temor a sufrir represalias políticas del gobierno de Venezuela.
Fuentes magisteriales venezolanas informaron que un profesor universitario de máxima categoría gana de 60 a 80 dólares al mes (entre mil y mil 500 pesos mexicanos) en Venezuela, hundida al menos a partir de 2014 en una grave crisis socioeconómica y política.
“A los profesores contratados nos pagan unos 13 dólares por cuatrimestre. Ni me acuerdo, por lo irregular e insignificante del monto”, contó un informante con un doctorado en Economía. “Los que seguimos dando clase estamos resistiendo a la barbarie en Venezuela”, indicó.
En igual sintonía, Navarrete dijo a este diario que “los salarios a los docentes son muy pírricos y el problema no es solo lo bajo: en muchos casos no se paga a tiempo y en forma. En Honduras hay una deuda histórica con los educadores desde 2011”.
“Es bien difícil ejercer la docencia en condiciones paupérrimas de infraestructura, sin materiales didácticos y mucho menos materiales para los alumnos. Y esto es casi generalizado en toda América Latina y el Caribe, porque que lo que se da es un abandono por parte de los gobiernos hacia la educación”, aseguró.
Ante la pregunta sobre la falta de voluntad política interamericana para derrotar al atraso educativo, ya sea en la estructura del sistema, en la calidad del profesional y en el financiamiento general, Navarrete respondió que “el diseño” del modelo de economía neoliberal priorizó el servicio privado en sus diversos mecanismos, como salud y educación.
“Es precisamente privatizar la educación como mercancía y no como derecho de los pueblos. Esto está ligado a los cálculos políticos de los grupos de poder, porque les conviene tener un pueblo ignorante en vez de un pueblo beligerante que reclame sus derechos”, afirmó.
Tras subrayar que, al menos en Honduras, “para poder lograr incrementos a los docentes siempre hay que hacer presión, porque de lo contrario no hoy voluntad política de los gobiernos”, alegó que “los modelos educativos desde la óptica neoliberal han fracasado porque son reproductores de miseria”.
El diagnóstico de Navarrete coincidió con una alerta que en 2020 lanzó la lingüista italiana Stefanía Giannini, subdirectora general de Educación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO por sus siglas en inglés), por el impacto de la pandemia del coronavirus en el aparato educativo.
“Si no invertimos hoy en educación, estaremos abocando al mundo a mayores niveles de exclusión, desigualdad y polarización. Sin educación, los programas de recuperación no funcionarán. Ya no hay tiempo que perder”, adujo Giannini, ex ministra de Educación y exsenadora de Italia.
“Debemos salvar nuestro futuro. (…) debemos garantizar sin demora una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”, insistió la diplomática, en un informe sobre la crisis global en la enseñanza emitido por la UNESCO, que pertenece al sistema de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Las advertencias de la especialista italiana de una organización mundial que se afianzó como clave en el ámbito educativo reafirmaron su vigencia al conmemorarse hoy en México el Día del Maestro, un personaje crucial en las sociedades urbanas y rurales latinoamericanas y caribeñas.
“Hay una situación precaria, frágil y de abandono en la que vive el docente en Paraguay: no se reduce solo al salario”, alegó el sicólogo y educador paraguayo Ramón Corvalán, del equipo de educación de la filial en ese país del (no estatal) Servicio Paz y Justicia (Serpaj), movimiento latinoamericano promotor de la cultura de paz y derechos humanos con la no violencia activa.
“Las condiciones son precarias en las que (el docente) desarrolla su actividad. Hay ausencia de política de capacitación en todos los niveles y de actualización en todos los campos disciplinarios y específicos que le correspondería a cada docente”, planteó Corvalán a este diario.
“Solo en las Ciencias Sociales el retraso es de cuatro a cinco décadas en la actualización del acceso del docente a los desarrollos que se han avanzado en Antropología, Historia, Economía, Sociología o Ciencias Políticas (entre otras). Allí hay como un vacío que no es tan sencillo de llenar ante la ausencia de una política de formación, capacitación y actualización”, indicó.
Al puntualizar que “el desafío es bastante grande”, dibujó un “contexto” de hondas carencias financieras en el Estado paraguayo que impide avanzar a “una transformación educativa en serio” y a “políticas públicas sostenibles”.
Para el uruguayo—salvadoreño Óscar Picardo, filósofo, teólogo, máster en Educación y académico de la (no estatal) Universidad Francisco Gavidia, de El Salvador, “la docencia está pauperizada y en decadencia” y se consolidó como “la profesión olvidada”.
“Las sociedades estables y sólidas cambian a punta de sistemas educativos y detrás de ellos los artífices son los docentes. No nos equivoquemos: los políticos no cambian las naciones, los docentes sí”, declaró Picardo a este diario.
“¿Quién o quiénes quieren ser maestros? Si esta pregunta la hago en colegios élites de El Salvador muy pocos levantarían la mano. En esta profesión se está condenado a un salario de mediana capacidad en el resto de la vida. Hay excepciones y no podemos ser absolutistas. Unos pocos levantarían la mano por vocación o pasión, pero no son la regla”, agregó.
Tras aclarar que “pese a esa paradoja, la docencia es una profesión vital, fundamental y con futuro; habrá niños y niñas, escuelas y colegios demandando contratar buenos maestros”, señaló: “¿qué hace a un buen maestro?”.
“Lo más relevante en la historia profesional de un docente es lo que no se ve en su hoja de vida: la pasión, el entusiasmo y la mística, lo cual representa un 97 % de los factores que afectan el rendimiento de los estudiantes. El otro 3 % son sus diplomas, grados académicos, capacitaciones, cursos, etcétera”, argumentó.
Al destacar que los docentes “son el techo de la calidad de un sistema educativo” y trabajan “con el futuro de la sociedad”, reconoció que son un gremio noble, clave… y despreciado.
La fecha en honor al maestro varía por país, pero el denominador común es el deterioro de las condicionales laborales del docente en general… y en particular de las educadoras.
Un reporte de febrero de 2023 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que también pertenece a la ONU, exhibió las desventajas del personal educativo.
Entre otros factores, CEPAL planteó sobre la educación en América Latina y el Caribe_
+ El sector emplea al 9,7% de las mujeres ocupadas en la región y es uno de los más feminizados del mercado laboral. Las mujeres representan el 69,2%.
+ La mayor feminización del trabajo en la educación es una característica de los niveles preescolar y primario de la enseñanza, que conllevan las labores de cuidado directo más intensas.
+ A pesar de la preparación profesional y las numerosas exigencias que se requiere del cuerpo docente de preescolar y primaria, estos niveles se caracterizan por ser las remuneraciones más bajas del mercado: el salario por hora del personal de enseñanza preescolar y primaria representa el 79,2% de la remuneración promedio del profesorado en la enseñanza secundaria y el 48,9% del salario por hora en la enseñanza terciaria.
+ Las estrategias de formación deben contemplar la mejora de condiciones laborales de mujeres docentes, que en la crisis por el Covid—19 sufrieron más dificultades para compatibilizar los tiempos de trabajo doméstico y de cuidado no remunerado y el trabajo pedagógico, ambos intensificados.
+ El aprovechamiento de las tecnologías digitales para enriquecer las experiencias educativas está condicionado por las capacidades del profesorado para usarlas e incorporarlas a sus modelos pedagógicos innovadores. Este proceso requiere de espacios y tiempo de formación y acompañamiento para experimentar y evaluar.
+ La formación docente incluye fomentar habilidades digitales y pedagógicas para integrarse al proceso educativo y “habilidades blandas y de comunicación” para desenvolverse en los nuevos escenarios de enseñanza y conocimiento para que los educadores usen tecnologías sin profundizar estereotipos de género..
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