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Washington.— Las operaciones de la agencia migratoria de Estados Unidos contra los migrantes “han comenzado”, anunció el zar fronterizo Tom Homan, mientras que ONG y fiscales estatales iniciaron una serie de demandas contra las acciones antiinmigrantes de la administración de Donald Trump.
En la capital estadounidense, algunos migrantes optaron por no ir a trabajar para no arriesgarse a ser detenidos y deportados; otros organizan “la resistencia”, se aconsejan respecto a qué hacer en caso de que llegue la “migra” y sostienen que no son criminales.
El Departamento de Seguridad Nacional advirtió que desde este martes ni escuelas ni hospitales ni iglesias son lugares seguros.
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Washington.— Una lluvia de demandas fue la respuesta de gobiernos estatales y ONG a las órdenes ejecutivas y anuncios del presidente estadounidense Donald Trump, cuyo equipo inició sus operaciones antiinmigrantes y anunció que los migrantes podrán ser detenidos en lugares que en el pasado eran considerados sensibles, como iglesias y escuelas.
Los fiscales generales de 22 estados estadounidenses demandaron para bloquear la medida de poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento que garantiza que los niños nacidos en Estados Unidos sean ciudadanos independientemente del estatus de sus padres. Los fiscales generales demócratas y defensores de los derechos de los inmigrantes afirmaron que la cuestión de la ciudadanía por derecho de nacimiento es una ley consolidada y que, aunque los presidentes tienen una amplia autoridad, no son reyes.
“El presidente no puede, de un plumazo, anular la 14 Enmienda y punto”, dijo el fiscal general de Nueva Jersey, Matt Platkin.
La Casa Blanca dijo que está lista para enfrentar a los estados en los tribunales y calificó las demandas como “nada más que una extensión de la resistencia de la izquierda”.
La demanda se suma a una querella similar contra la medida interpuesta la víspera por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) y otras organizaciones defensoras de los derechos humanos.
La orden de Trump afirma que los hijos de los no ciudadanos no están sujetos a la jurisdicción de EU.
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La guerra del gobierno de Trump contra los migrantes es total: el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) revocó na directriz de la administración de Joe Biden que instruía a las autoridades migratorias evitar hacer detenciones en escuelas e iglesias o cerca de ellas. El DHS alega que la decisión “empodera” a los agentes de migración a “seguir las leyes” y capturar a los que llama “criminales extranjeros”, según indicó un portavoz del DHS en un comunicado.
El texto asegura, sin citar pruebas, que hay “criminales” que se “esconden en las escuelas y las iglesias” para evitar ser arrestados.
El DHS hizo oficial la reinstalación del programa Quédate en México, por el que funcionarios de EU pueden impedir que migrantes de todas las nacionalidades ingresen al país desde México hasta que se procesen sus solicitudes de asilo.
Anteriormente, el zar fronterizo, Tom Homan, declaró que las operaciones de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) contra migrantes “han comenzado”. En entrevista con Fox News, Homan dijo que “los equipos del ICE ya están ahí hoy [ayer]”.
Detalló que se dio la instrucción al personal migratorio de priorizar a “aquellos que son una amenaza para la seguridad, los que tenemos anotados en una lista de blancos”.
En una rueda de prensa, Trump también apuntó que contempla imponer aranceles de 10% a las importaciones chinas en represalia por el flujo de fentanilo. “Estamos hablando de un arancel de 10% basado en el hecho de que están enviando fentanilo a México y Canadá”, declaró en conferencia desde la Casa Blanca. Dijo que es “probable” que se impongan nuevas sanciones contra Rusia si Moscú no negocia el fin de la guerra contra Ucrania. “La guerra nunca habría ocurrido si yo hubiera sido presidente” en ese momento, reiteró.
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Canadá reaccionó con fuerza a la insistencia de Trump de imponer aranceles: el primer ministro Justin Trudeau dijo que si Trump procede con los aranceles, su país responderá “de una manera robusta, rápida y comedida para proteger las empresas y sectores canadienses (...) Si la economía estadounidense va a ver el auge que Trump predice, necesitará más energía, más acero y aluminio, más minerales básicos, más de las cosas que Canadá vende a EU todos los días”.
Otras organizaciones mostraron preocupación por las primeras órdenes de Trump: la Organización Mundial de la Salud (OMS) le pidió “reconsiderar” su decisión de salir del organismo. Europa lamentó la salida de EU de los Acuerdos climáticos de París, que la presidenta de la Comisión Europea Ursula Von der Leyen definió como “la mayor esperanza para la humanidad”.
El “regaño” de la obispa
Trump, quien anunció una inversión de hasta 500 mil millones de dólares en el sector privado para construir infraestructura de inteligencia artificial en EU, pasó su mal rato por la mañana, durante el servicio religioso por su investidura.
La reverenda Mariann Budde, obispa episcopal de Washington, le pidió tener “misericordia” de los migrantes indocumentados y la comunidad LGTB que, lamentó, tienen “miedo”. “La gran mayoría de los migrantes no son delincuentes”, insistió. Trump respondió: “No creo que haya sido un buen servicio”.