San José. – Por fotografiarse el miércoles anterior en la cocina de su fonda con la derechista opositora venezolana María Corina Machado, unas microempresarias venezolanas recibieron ese día la visita inesperada de agentes tributarios del gobierno izquierdista de Venezuela. En represalia a las mujeres por atender a Machado en un rincón del restaurante en el área central de Venezuela, la microempresa fue cerrada con el argumento de que evadió impuestos y cometió otras ilegalidades.
“Nos están cerrando el negocio porque vino María Corina (…) a visitarnos. Pasó y nos compró 14 desayunos, gracias a Dios”, narró una de las víctimas en un video en redes sociales de internet en el que denunció el asedio oficial. En las imágenes se observó a sus socias cuando, con gran cantidad de documentos, intentaron sin éxito convencer a los oficiales de que su empresa tampoco sería la única con líos tributarios en la zona.
“El único restaurante que están cerrando es este, este nada más. Hay tres restaurantes, hay panaderías, hay licorerías, bodegas, que no tienen los papeles tampoco y aquí nos están cerrando el restaurante”, narró.
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La secuencia evidenció uno de los turbios episodios en el contexto de los comicios presidenciales venezolanos, que se realizarán el próximo 28 de julio.
Situaciones similares ocurrieron este año en Venezuela. Por recibir a Machado, fueron clausurados hoteles y restaurantes y en métodos sin violencia con los que el régimen del cuestionado presidente venezolano, el izquierdista Nicolás Maduro, recrudeció la represión política en tiempo electoral. Ayer, revocó la invitación a la Unión Europea para observar los comicios, luego de que el bloque ratificara sanciones contra funcionarios de su gobierno.
“Ha venido escalando el patrón de represión y persecución”, afirmó la comunicadora social venezolana Griselda Colina, directora del (no estatal) Observatorio Global de Comunicación y Democracia, de Caracas, y rectora o magistrada del Consejo Nacional Electoral (CNE) de 2021 a 2023.
“Frente a las violaciones a los derechos humanos, los venezolanos que quieren cambio apuestan por la vía pacífica electoral. Frente a todas las acciones y medidas para reprimir, sancionar y amedrentar a esta sociedad, la respuesta ha sido insistir en el voto como instrumento de cambio”, dijo Colina a EL UNIVERSAL.
Pese a que Maduro la sacó este año de la contienda por estar inhabilitada, de 2015 a 2036, para aspirar a cargos de elección popular, Machado se convirtió en una estrella de la campaña.
Sin opción de competir, se lanzó en 2024 en giras nacionales en apoyo al opositor derechista Edmundo González, designado este año como candidato presidencial de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), la principal coalición antichavista. En sus periplos por Venezuela, Machado se convirtió en inquilina o comensal de hoteles o restaurantes y aceptó a conversar o fotografiarse con numerosas personas.
Pero esa convivencia se transformó en suficiente alegato oficialista para aplicar severas venganzas en contra de los establecimientos. Tampoco cesó la represión política violenta.
El Foro Penal, organización no estatal venezolana de defensa de los derechos humanos, reveló que del primero de enero de 2014 al 17 de mayo de 2024 hubo 15 mil 885 detenciones arbitrarias en Venezuela y que, del total, 875 civiles fueron llevados a tribunales militares.
“Hasta la fecha (y en ese mismo periodo) llevamos un histórico acumulado de 3 mil 782 presos políticos, de los que se ha logrado la libertad o la excarcelación, bajo diversas modalidades, de 3 mil 509. A la fecha, se registran 273 presos por motivos políticos en Venezuela. 21 son mujeres”, precisó.
La campaña avanzó bajo una gigantesca duda, mientras una mayoría de encuestas colocó a González como favorito. El enigma se concentró en torno a si Maduro aceptaría eventualmente reconocer que perdió y que, el 10 de enero de 2025, deberá entregar el mando a González para que gobierne hasta 2031.
De la mano de Hugo Chávez (1954—2013), el chavismo triunfó en los comicios de diciembre de 1998 y asumió el poder en febrero de 1999. El régimen inaugurado por el ahora fallecido gobernante ya completó 25 años de expandir, al amparo de las fuerzas militares, paramilitares y policiales, un mando monopólico sobre los poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Electoral y con 20 de 24 gobiernos regionales.
Electo en abril de 2013 al morir Chávez, Maduro se reeligió en 2018 en unos comicios cuestionados dentro y fuera de Venezuela por ilegítimos. El mandatario rechazó repetidamente los incesantes reproches en su contra por acusaciones de represión política.
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“Tengan la seguridad de que sellaremos nuestro camino con grandes victorias futuras para la Patria”, proclamó Maduro anteayer en X (antes Twitter). “¡En unidad venceremos!”, aseguró, como candidato del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Hundida en un profundo conflicto humanitario, político e institucional, la rica nación petrolera cayó desde 2014 en una aguda escasez o encarecimiento descontrolado de medicinas, alimentos y artículos básicos. Maduro atribuyó repetidamente la crisis a las sanciones económicas que Estados Unidos dictó contra el régimen de Venezuela, de 2014 a 2017, al acusarlo de violar los derechos humanos y romper el orden constitucional.
“Tenemos un plan, una estrategia y un pueblo que ha sabido superar dificultades para construir, con esfuerzo y trabajo propio, la nueva economía productiva. ¡Sin entregarnos a ningún imperio! Vamos hacia el futuro de grandeza y prosperidad”, anunció Maduro anteayer en X.
“¡Sin entregarnos a ningún imperio! Vamos hacia el futuro de grandeza y prosperidad”, agregó, al aducir que “el pueblo sabe quiénes son los que han intentado dañar a Venezuela”.