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Nueva York
.- Líderes políticos, activistas y vendedores ambulantes denunciaron este miércoles lo que consideran vigilancia excesiva de la policía en las estaciones del Metro de Nueva York , donde estos días han arrestado a migrantes que vendían churros.
"Los neoyorquinos aman los churros", afirmó el concejal Antonio Reynoso, de Brooklyn , donde en menos de una semana la policía ha detenido a dos vendedoras de ese producto en una estación del metro.
Reynoso estuvo acompañado por las senadoras Jessica Ramos y Julia Salazar, así como por activistas, quienes indignados exigieron que la ciudad otorgue permisos para que estos trabajadores no enfrenten problemas con las autoridades mientras se escuchaba a los vendedores inmigrantes gritar "aquí estamos y no nos vamos" y "sin justicia no hay paz".
También acusaron al gobernador del estado, Andrew Cuomo , demócrata como ellos, de haber aumentado en 500 el número de policías en las estaciones del Metro.
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"No queremos que los 500 policías entren al sistema del Metro y que continúen con las amenazas [a los vendedores]. Ya tenemos muchos policías y no tienen nada que hacer", dijo a Efe Reynoso, de 36 años y origen dominicano.
Reynoso considera que es necesario que haya un debate en la ciudad sobre este tema: "Ellos están destinados a proteger a la gente, no acosarla", indicó.
El pasado viernes, varios policías arrestaron a una ecuatoriana, identificada como Elsa , que vendía churros en una estación del metro en Brooklyn , a la que esposaron y confiscaron su mercancía.
Sofia Newman, actriz y cantante, estaba en el lugar y grabó lo ocurrido. El video que subió a Twitter ha sido vistó más de 2.8 millones de veces.
El lunes, Elsa participó en una manifestación contra el actuar de la policía en el Metro. Contó que lleva tres años vendiendo churros en la estación de Broadway , en Brooklyn ,
Sobre su arresto, dijo que estaba “muy nerviosa” y señaló que los policías tenían una actitud agresiva, ignoraron sus súplicas de no quitarle su carrito de churros. Con su trabajo, afirma, mantiene a siete hijos en Ecuador .
“Me quitaron todo”, dijo, y se echó a llorar.
La policía dijo que Elsa recibió 10 advertencias en los últimos cinco meses por vender comida sin permiso en la estación, que se le pusieron esposas “brevemente” y luego fue liberada. Su carrito quedó como “evidencia del arresto”.
Sin embargo, la ecuatoriana señaló que los oficiales la llevaron a un lugar donde no había cámaras y se burlaron de ella.
Tres días después otra vendedora de churros, María Corillo , también fue detenida y esposada en una estación del Metro en Brooklyn .
Para vender en las calles se necesita de una licencia que puede ser obtenida sin problemas pero también se requiere de un permiso que otorga el Departamento de Asuntos del Consumidor, de los que se han emitido 5 mil en toda la ciudad.
El problema consiste en que hace 35 años no se emite ese permiso mientras ha ido en aumento la población y muchos inmigrantes se ganan la vida de esa manera. La lista de espera por el permiso sobrepasa las 2 mil personas.
Es por eso que este miércoles vendedores, políticos y activistas unieron también su voz para pedir al presidente del Concejo que dé paso a una propuesta de ley para que esos permisos se vuelvan a otorgar.
“Las mujeres que venden churros no son una amenaza. Quiero asegurarme que como gobierno estemos dando prioridad a recursos y no a criminalizar la forma en que nos ganamos la vida honradamente”, dijo la senadora Ramos.
La mexicana María Marín vende hace 18 años tamales y otros alimentos en la calle para mantener a sus cuatro hijos, dos de ellos en su país, y dijo a EFE que el año pasado sus productos fueron tirados a la basura por la Policía y el Departamento de Salud y se le impuso una multa de 2 mil dólares.
agv