Managua.— La organización cívica Movimiento por Nicaragua (MpN) denunció ayer el robo de sus archivos en un hecho que sus directivos calificaron de “espionaje” e “intimidación” de parte personas ligadas al gobierno de Daniel Ortega.

José Antonio Peraza, director del MpN, explicó que el robo ocurrió en las oficinas situadas en una zona de extrema vigilancia policial por estar cerca del gran perímetro de seguridad que rodea la residencia de Ortega y que lo único sustraído fueron computadoras portátiles, los discos duros de todas las computadoras, además de los archivos físicos.

“Creemos que es [un hecho] intimidatorio, de espionaje, de búsqueda de información. Tal vez creen que tenemos un secreto, pero toda la información sustraída es libre, no hay nada que ocultar”, indicó Peraza.

Los asaltantes dejaron un mensaje escrito: “Ojo, el comandante se queda, FSLN”, consigna utilizada por el gobernante Frente Sandinista.

El MpN ha sido objeto de ataques por medios oficialistas que lo acusan de formar parte de una lista de organizaciones “financiadoras de terrorismo” por su respaldo a las protestas antigubernamentales.

En tanto, el cardenal Leopoldo Brenes indicó que la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) intenta un acercamiento con el gobierno para retomar el diálogo nacional suspendido desde junio, para buscar una salida a la grave crisis que vive el país.

“Estamos buscando algunas citas con el señor canciller [Denis Moncada] que representa a la comisión del gobierno (...) ojalá tengamos una respuesta positiva para instalarlo [el diálogo]”, indicó el arzobispo.

Sobre el rechazo del gobierno al ingreso de un grupo de trabajo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Brenes dijo que aunque “cada gobierno tiene su política y es libre de aceptar” una visita, siempre es “bienvenida” la presencia de instituciones que tengan “la intención de ayudar a salir [a Nicaragua] de esta crisis que estamos viviendo”.

Por otro lado, el prelado lamentó la muerte a balazos de otros dos ciudadanos durante este fin de semana, cuando la oposición inició una nueva jornada de protestas contra el presidente, en la que exigen la “liberación de todos los presos políticos”.

Mientras, en Costa Rica, el Premio Nobel de la Paz Óscar Arias lanzó un llamado a denunciar la situación de violación de los derechos humanos en Nicaragua y abogó por que el diálogo sea la solución de la crisis política que sacude al país vecino.

“Guardo la esperanza de que el diálogo permita encontrar una salida pacífica en Nicaragua", señaló el ex mandatario de Costa Rica.

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