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Legisladores demócratas y grupos pro-inmigrantes criticaron la lista de “prioridades en política migratoria de la administración Trump” que emitió la Casa Blanca el domingo por la noche, y que incluyó todas las medidas polémicas prometidas por el presidente Donald Trump, incluido el muro en la frontera con México, un cambio hacia un sistema migratorio meritocrático y el fin y persecución de las ciudades santuario.
En un comunicado conjunto, los líderes demócratas en las dos cámaras del Congreso, Chuck Schumer (Senado) y Nancy Pelosi (Cámara de Representantes), mostraron su sorpresa por una lista “execrable” para los dreamers.
“No puede ir en serio. Dijimos al presidente en nuestra reunión que estábamos abiertos a unas medidas de seguridad fronteriza razonables junto al Dream Act, pero esta lista va más allá de todo lo razonable”, expusieron, poniendo énfasis en la inclusión del “muro, algo totalmente descartado de las negociaciones”.
A pesar de que ambos líderes demócratas abandonaron el encuentro con el presidente sus propuestas controvertidas estaban fuera de la mesa de negociación, la administración Trump se encargó horas después de negarlo.
El domingo por la noche, con la presentación de los principios sobre inmigración, quedó claro que nada de lo que salió de esa reunión se mantenía, y que Trump nunca pensó en abandonar la línea dura contra la inmigración, aunque ponga en peligro a miles de jóvenes dreamers que, a partir de marzo, verán como su protección a la deportación desaparece si el Congreso no actúa.
Si la Casa Blanca se mantiene inamovible en sus principios, los demócratas ya han prometido que no aceptarán ningún pacto y, por tanto, DACA desaparecerá, así como cualquier opción de cambiar la política migratoria de EU. Incluir el muro provocará el enroque total de los demócratas, y Trump es consciente de ello.
La líder del grupo de congresistas hispanos, Michelle Luján, consideró la lista de propuestas “draconiana” y amenazó con presionar para congelar la actividad legislativa hasta que se apruebe una ley que proteja a los dreamers de la deportación, sin usarlos de moneda de cambio.
Otro legislador demócrata, Joaquín Castro, consideró “inhumana e irresponsable” la propuesta de Trump, un “montón de políticas migratorias intransigentes”.
“Trump está demostrando que sólo es consistente en criminalizar latinos e inmigrantes”, criticó el congresista Luis Gutiérrez, quien exigió al Congreso actuar para demostrar que están a cargo del país “los valores de los estadounidenses y no el presidente Stephen Miller”, en referencia al estratega jefe y hombre de mano dura con la inmigración de la Casa Blanca.
Los legisladores demócratas aseguraron que siguen trabajando diariamente para conseguir que los republicanos más moderados se unan a la petición de una solución migratoria razonable y duradera, empezando por solucionar el asunto de los dreamers.
César Vargas, codirector de Dream Act Coalition, consideró la propuesta una muestra de la “agenda nacionalista y supremacista blanca” de la Casa Blanca, y aseguró que “no tolerarán” un acuerdo que condicione la protección de unos inmigrantes (dreamers) por encima de otros (resto de indocumentados y que huyen de la violencia en Centroamérica, principalmente).
Trump ayer intentó convencer a uno de los coescritores del Dream Act, el senador republicano y anteriormente enemigo Lindsey Graham, con quien fue a jugar al golf aprovechando la festividad de Columbus Day.