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Wilmington. Este martes iniciaron los argumentos orales en contra de Hunter, el hijo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, por posesión ilegal de armas. ¿Cuáles son los cargos que se le imputan?
Hunter Biden ha sido acusado de tres delitos graves derivados de la compra de un arma de fuego (un revólver Colt Cobra calibre 38) en 2018, cuando, según sus memorias, era adicto al crack. Está acusado de 1) mentir a un vendedor de armas con licencia federal, 2) hacer una falsa afirmación en la solicitud al decir que no usaba drogas, y 3) conservar ilegalmente el arma durante 11 días.
El hijo de Joe Biden ha dicho que cuando compró la pistola estaba inmerso en una espiral de depresión tras haberse divorciado de Kathleen Buhle, con la que tuvo tres hijos y, además, atravesaba un momento especialmente difícil por su adicción al crack, según narró en sus memorias Beautiful Things, publicadas en 2021.
Hunter se declaró no culpable de los cargos, que conllevan una pena máxima de 25 años de cárcel, aunque las sentencias suelen ser menores para quienes carecen de antecedentes penales.
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Los cargos en su contra son el resultado de una investigación que se abrió en 2018 durante el gobierno del republicano Donald Trump (2017-2021).
Además, Hunter Biden enfrenta un juicio aparte, que ha sido pospuesto hasta septiembre, por evasión de impuestos.
Este martes, al iniciarse los argumentos orales, los fiscales federales describieron a Hunter como un evidente adicto a las drogas cuyos hábitos atraparon a sus seres queridos y que sabía lo que hacía cuando mintió en formularios federales para adquirir un arma de fuego en 2018, cuando dijo que no estaba sumido en la adicción.
Por su parte, el abogado defensor de Hunter Biden dijo que llamaría a testificar al hermano del presidente, James Biden. James y Hunter tienen una estrecha relación, y en el pasado, el tío ayudó a su sobrino durante sus periodos de rehabilitación.
En su declaración inicial, la fiscalía dijo ante el jurado que Hunter Biden era claramente un adicto cuando adquirió el arma, y que le dijo a la viuda de su hermano que estaba esperando a un vendedor de drogas unos días antes de mentir en el formulario.
“Nadie tiene permitido mentir así en un formulario federal, ni siquiera Hunter Biden”, dijo el fiscal federal Derek Hines.
“Cruzó la línea cuando decidió comprar un arma y mentir sobre una revisión federal de antecedentes… la decisión del acusado de adquirir un arma es la razón por la que estamos aquí”.
Hines dijo que “la adicción es deprimente”, pero que la adicción de Hunter Biden no es la razón del caso.
El proceso se produce tras la caída de un acuerdo con la fiscalía, en el que se habría evitado el espectáculo de un juicio muy cerca de la elección de 2024. Hunter Biden se declaró inocente y afirma que está siendo atacado injustamente por el Departamento de Justicia debido a que los republicanos condenaron el ahora extinto acuerdo con la fiscalía diciendo que era un tratamiento especial para el hijo del presidente demócrata.
La primera dama, Jill Biden, y su hermana, Ashley Biden, lo acompañaron nuevamente en el tribunal, en el inicio de las declaraciones iniciales.
El juicio se desarrolla unos días antes de que Donald Trump, el virtual nominado republicano a la presidencia, fuera condenado de 34 delitos graves en la ciudad de Nueva York. Los casos no están relacionados entre sí, pero su proximidad subraya el papel central que los tribunales han tenido en la campaña de 2024.