Lo que antes era un encuentro furtivo en Denver o San Francisco , la celebración del Día de la Marihuana o #420day es este año una popular fiesta de tres días que empuja no sólo las multimillonarias ventas de esta planta sino también el debate legislativo sobre la despenalización de su consumo en Estados Unidos .

California

, por ejemplo, celebra hoy este día con mayor soltura después de que el pasado 1 de enero entrase en vigor la ley que permite el uso recreativo de cannabis en el estado más poblado del país.

Mientras, Colorado ofrecerá por quinta vez la mayor fiesta popular de marihuana del país con un evento en uno de los mayores parques de Denver , donde antes la celebración se realizaba sin permiso y ahora cuenta con el respaldo de las autoridades locales.

De hecho, según los organizadores del Festival Mile High 420 , tanta gente ha llegado a la capital de Colorado para el festival que los hoteles y restaurantes de la zona ofrecen descuentos específicos para los visitantes y las compañías de turismo han organizado visitas guiadas a los principales dispensarios de la zona.

Se espera que el festival musical 420 On The Block , organizado por Green Solutions , una de las principales cadenas de dispensarios en Denver, cuente con más de 15 mil participantes, de los cuales el 90 % son turistas llegados de otros estados.

Números similares se concentrarán en el Parque Golden Gate , en San Francisco , donde la cantidad de entusiastas de la marihuana ha obligado a implementar un sistema de seguridad y de transporte público para controlar y movilizar a la multitud.

Ese masivo y abierto respaldo popular a la marihuana, que aún sigue siendo una "sustancia controlada" a nivel federal, no ha pasado desapercibido para los políticos, incluso aquellos de tendencia conservadora, como el senador Cory Gardner, republicano de Colorado, quien inició gestiones ante el Departamento de Justicia federal para proteger la industria de la marihuana en su estado.

Otro senador republicano, Mitch McConnell, de Kentucky, presentó la semana pasada un proyecto de ley para descriminalizar permanentemente el cáñamo, un producto no psicoactivo del cannabis y que hasta principios del siglo pasado se cultivaba y producía legalmente en amplios sectores del país.

A su vez, el líder de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, presentará hoy un proyecto de ley para "legalizar y normalizar" su uso y consumo.

Si se aprobase la propuesta de Schumer se retiraría a la marihuana de la lista que la clasifica como una "sustancia peligrosa", misma consideración que reciben la cocaína y la heroína.

Una vez aprobada, aunque debería superar el probable escollo que supone el presidente Donald Trump , el Gobierno podría destinar fondos para investigar sus efectos benéficos y los dispensarios podrían tratar directamente con los bancos, algo que ahora no sucede y genera un complicado sistema de contabilidad y pagos de impuestos.

En Colorado, las empresas de este creciente sector ya generan unos 3 mil millones de dólares de ingresos al año y se proyecta que se podrían alcanzar los 7 mil millones de dólares anuales en California para 2020.

En la actualidad, nueve estados y el Distrito de Columbia , donde se encuentra la capital del país, permiten la venta legal de marihuana recreativa y en 30 estados es legal el uso de marihuana con propósitos medicinales.

Para Kristi Kelly, presidente de Marihuana Industry Group (MIG ), que agrupa a los principales negocios de marihuana en Colorado, el c onsumo de marihuana ya dejó de ser una actividad "marginalizada" o "secreta" para ser algo "que los adultos ahora hacen con normalidad".

"La industria de la marihuana ya es parte de las comunidades en las que vivimos y operamos. Somos miembros de la comunidad y trabajamos con las autoridades locales para identificar soluciones que beneficien a nuestros vecinos", declaró Kelly a Efe.

Kevin Walters, del Departamento de Psicología de la Universidad Estatal de Colorado, opinó que el cambio cultural causado por la aceptación popular de la marihuana se produce "ahora mismo" y ante "nuestros propios ojos".

Con todo, explicó a Efe, se desconocen todavía las "amplias implicaciones del futuro de esta industria y de sus trabajadores".

Entre esas consecuencias figuran por ejemplo el absentismo laboral, como para celebrar el Día de la Marihuana , pues se calcula que un tercio de los participantes en los festivales de estos días no acuden a su puesto de trabajo.

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