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La Habana.— En una animada jornada, los cubanos votaron ayer una nueva Constitución que reafirma al socialismo como sistema político “irrevocable”, en una jornada marcada por la defensa cubana de Venezuela y críticas cruzadas con Estados Unidos.
Con una alta participación, los cerca de 25 mil colegios cerraron sus puertas a las 18:00 horas. El último parte de la Comisión Electoral, a las 14:00 horas, informó que 74.09% de los ocho millones empadronados había ejercido su derecho al voto.
Tras votar, el presidente Miguel Díaz-Canel se refirió en Twitter a la situación de su aliado venezolano: “La unión cívico militar y el pueblo revolucionario de Venezuela con su presidente Nicolás Maduro impidieron el golpe imperialista (...), pero el imperio no renuncia a sus planes. A seguir luchando”.
Cuba trata de unir a la comunidad internacional contra lo que denomina una “agresión militar de Estados Unidos” a su aliado venezolano.
Marco Rubio, cubano y acérrimo crítico de la revolución, y próximo al presidente Donald Trump, tuiteó que el referéndum es “otra maniobra más de la dictadura cubana para aferrarse al poder”, “una farsa y un fraude”.
Por su lado, el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, tuiteó que “el referéndum constitucional de Cuba es otra estrategia del régimen cubano para encubrir su represión y tiranía. Estados Unidos apoya los llamamientos de libertad y democracia del pueblo cubano”.
Según los medios locales, Raúl Castro, primer secretario del gobernante Partido Comunista (PCC, único) “ejerció su derecho al voto” en la mañana sin hacer declaraciones.
En Miami, Trump había advertido en un discurso el lunes que “los días del socialismo y el comunismo están contados en Venezuela, y también en Nicaragua y Cuba”.
Para el académico Carlos Alzugaray, la agresividad del mandatario estadounidense impulsó la omnipresente campaña #YovotoSí del gobierno: “El discurso de Trump fue una buena propaganda para el sí... Hay mucha gente... que va a votar sí porque quiere defender la independencia frente a la amenaza norteamericana”, explicó.
La nueva Constitución, que reemplazaría a la de 1976, reconoce el mercado y la inversión privada y extranjera como actores en la reforma de su economía de corte soviético y con muchas carencias, pero siempre bajo la guía del único y gobernante PCC.
La oposición, que apela generalmente a la abstención o a anular las boletas, esta vez convocó al “no”, mientras que el gobierno confía en el triunfo masivo del “sí”, que requiere el 50%+1 del padrón electoral.
La Constitución de 1976 fue aprobada con 97.7% de los votos, y la reforma constitucional de 2002 para hacer “irrevocable” el socialismo obtuvo 99.3%.
