Madrid.— Adriana recuerda perfectamente cuándo comenzó a degradarse su relación, aunque no percibiera al principio la gravedad de aquellas reacciones desmedidas que ella atribuía al fuerte carácter de su pareja. Oriunda de Venezuela, tenía 25 años cuando llegó a Madrid en 2015 para conocer al hombre con el que decidió convivir y con quien tuvo una hija. También retiene con nitidez las agresiones físicas, las vejaciones y los insultos de los que fue objeto cuando aquellas señales a las que había restado importancia derivaron en brotes de violencia. Los episodios de maltrato se repitieron en meses sin que fuera capaz de atajar el problema.

“Desde el principio empecé a notar que había en su personalidad algunas cosas que no me cuadraban, me daban un poco de temor, pero yo pensé que se debía a un carácter fuerte, no porque fuera una persona agresiva”, dice en entrevista con EL UNIVERSAL.

“Cuando le dije que iría a la policía, trató de ahogarme”
“Cuando le dije que iría a la policía, trató de ahogarme”

Se le rompe la voz cuando relata los momentos más duros de la convivencia, antes y después de que naciera su hija, lo que la llevó finalmente a denunciar a su pareja, aunque las dos veces lo hizo a destiempo. “Llegó a golpearme mientras sostenía a la niña en sus brazos, que lloraba por el susto, mientras yo le suplicaba que me dejara tranquila. Las agresiones llegaban casi siempre después de hacerme reproches totalmente absurdos, como que yo era una mentirosa y una manipuladora.

“En una ocasión, cuando le dije que iba a ir a la policía, me tiró al piso y comenzó a remangarse la camisa y a decirme que si iba a la policía él me iba a dar una buena razón para hacerlo. Me dejó varias marcas fuertes en el cuello luego de que tratara de ahogarme, ya que aflojaba cuando se daba cuenta de que estaba apretando demasiado”.

La primera denuncia de Adriana no prosperó. En la segunda, el hombre fue detenido y pasó dos noches preso, aunque en el juicio posterior ella no pudo conseguir una orden de protección.

Adriana vive ahora separada de su pareja, con quien comparte la custodia de la niña. Pero no se siente segura.

“Me arrepiento todos los días de no haberlo denunciado antes. Primero por dejar que pasaran tantas cosas y luego porque cuando tenía que haberlo denunciado, no lo hice. Ahora él se cuida mucho las espaldas, porque hay dos denuncias en su contra, aunque se hayan archivado”, asegura antes de reconocer que no ha superado el trauma.

“Creo que sí falta concientización en las mujeres para denunciar el maltrato, por miedo a su situación económica o porque son muy dependientes del matrimonio y de los hijos”, concluye.

En España, según las encuestas, entre 10% y 12. 5% de las mujeres mayores de 16 años han padecido a lo largo de su vida violencia física o sexual por parte de sus parejas o exparejas. La cifra de mujeres agredidas alcanza 24.2% cuando entre los agresores se incluyen a otros hombres sin vinculación sentimental. Como en el caso de Adriana, casi la mitad de las mujeres maltratadas en 2018 tenían entre 25 y 39 años. La edad media de las víctimas fue de 36.5.

Google News

Más Información

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses