Más Información

Vinculan a proceso a Omar Bravo por abuso infantil agravado; permanecerá en prisión preventiva oficiosa

Lluvias en cinco estados dejan más de 320 mil usuarios con afectaciones de energía: CFE; reportan deslaves y daños en viviendas

Inundaciones por fuertes lluvias dejan al menos 26 muertos; hay miles de casas afectadas en varios estados

Sheinbaum reitera apoyo a Pedro Castillo tras destitución de Dina Boluarte en Perú; llama a que se libere

Morenista Hugo Eric dice que México permite la "invasión del crimen organizado"; considera que existe una "narcosociedad"

Luisa Alcalde acusa campaña contra "Andy" López tras compra de obra de Yayoi Kusama; niega intervención en elección de candidaturas

Morena expulsa de forma definitiva a Hernán Bermúdez Requena; Luisa María Alcalde confirma separación de "El Abuelo"
Washington.— El Congreso de Estados Unidos aprobó ayer a contrarreloj el plan fiscal y presupuestario impulsado por el presidente Donald Trump, que incluye un impuesto de 1% a las remesas.
El mandatario había presionado a los legisladores de su partido para que le dieran su visto bueno a tiempo para que pudiera ser ratificado este 4 de julio, Día de la Independencia del país.
La Cámara Baja le concedió su autorización final por 218 votos a favor y 214 en contra. Los conservadores tienen el control del hemiciclo, pero sólo podían permitirse tres bajas para que el megaproyecto de ley llegara a buen puerto.
Finalmente sólo dos republicanos se atrevieron a no seguir la directriz del partido: el representante de Kentucky Thomas Massie y el de Pennsylvania Brian Fitzpatrick, a quienes Trump había amenazado con represalias y están preocupados, respectivamente, por el impacto del plan en la deuda y la energía verde. El llamado “gran y hermoso” proyecto de ley había regresado este jueves a la Cámara Baja tras su revisión inicial en mayo y después de haber sido aprobado el martes por el Senado. Como reflejo de la división republicana, en esa Cámara necesitó el voto de desempate del vicepresidente, JD Vance.
Al rechazo de algunos conservadores se sumaron los intentos de los demócratas por retrasar al máximo el proceso.
El líder de la minoría en el hemiciclo, Hakeem Jeffries, marcó este jueves un nuevo récord al hablar durante 8 horas y 45 minutos en su tentativa por demorarlo.
Pero los republicanos ya se habían garantizado los votos suficientes en el pleno y cuando el presidente de la Cámara Baja, el conservador Mike Johnson, confirmó que había salido adelante, la bancada republicana recibió el anuncio entre aplausos y cánticos de “U.S.A”.
Para Johnson, la normativa proporcionará un “muy necesitado y muy merecido alivio” para los trabajadores estadounidenses. Trump había prometido en días anteriores que logrará que Estados Unidos crezca “como nunca antes” y en su primera reacción tras la aprobación, consideró que impulsará al país “como un cohete”.
La promulgación tendrá lugar este viernes en la Casa Blanca, en una ceremonia que también será “grande y hermosa”, según adelantó en alusión a su nombre la portavoz presidencial, Karoline Leavitt. Indicó a la prensa que la ceremonia será a las 17:00 hora local.
Lee también Ley Fiscal de Trump: ¿de qué va el ambicioso plan del mandatario republicano?; aquí te explicamos
Trump también dijo que lograr que los últimos que se resistían a su proyecto de ley votaran “sí” fue “muy fácil” y “no difícil”.
“Sin tratos, sin tratos”, dijo Trump antes de abordar el Air Force One con destino a Des Moines, Iowa. “Lo que hice fue hablar de lo bueno que es el proyecto de ley. Bueno, supongo que es un trato, pensándolo bien”, añadió el presidente.
El presidente del Freedom Caucus de la Cámara de Representantes, Andy Harris, indicó que obtuvo “acuerdos significativos” de la administración para asegurar su apoyo después de que expresó sus preocupaciones sobre el impacto esperado en el déficit. El expresidente de Estados Unidos Joe Biden calificó de “cruel” el amplio paquete fiscal, al considerar que contempla recortes “drásticos” en la sanidad pública. “La clase trabajadora merece algo mejor”, escribió el político demócrata en X.
El proyecto de ley, que codifica en ley las deducciones de impuestos que el propio Trump aprobó en 2017 durante su primer mandato (2017-2021), implica un recorte en torno a 1 billón de dólares en financiamiento para servicios como el plan de salud Medicaid o el de ayuda para la compra de alimentos SNAP, que según él y muchos republicanos, supone eliminar redundancias o casos de fraude que minan los programas.
Sus detractores también temen su impulso a la política antimigratoria del mandatario. Con un gasto de casi 170 mil millones de dólares en cuatro años, el gobierno aumentará la cantidad de agentes de migración, con unos 20 mil nuevos puestos, construirá nuevos centros de detención e invertirá en tecnologías de vigilancia, incluida la inteligencia artificial.
La iniciativa legislativa básicamente hace permanentes los recortes fiscales que el presidente ya aprobó en su primer mandato. Diversas estimaciones, incluida la de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), una entidad independiente, indican que el “gran y hermoso proyecto de ley” reducirá los ingresos fiscales del gobierno federal entre 4 y 5 billones de dólares en los próximos 10 años. Este había sido uno de los principales puntos de desencuentro entre los republicanos de la Cámara de Representantes, cuya versión del texto situaba el incremento del déficit en un máximo de 3 billones hasta 2034, y los del Senado, cuya versión del texto llegará este viernes sin cambios a la Oficina Oval.
La Casa Blanca adjudicó a Trump el mérito de su aprobación. Según una fuente presidencial, el líder republicano ha sido la “fuerza omnipresente” tras esta normativa y estuvo “profundamente involucrado”, tanto con sus asesores como en sus distintos compromisos.