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Washington. La abogada conservadora Brooke Rollins fue confirmada como secretaria de Agricultura de Estados Unidos, colocando a una aliada cercana del presidente Donald Trump en un puesto clave del gabinete en un momento en que los planes de deportación masiva podrían generar una escasez de mano de obra agrícola y los aranceles podrían afectar las exportaciones del sector.
Rollins, quien se desempeñó como jefa de política nacional durante el primer gobierno de Trump, fue confirmada abrumadoramente por el Senado con una votación de 72 a 28.
Rollins ahora liderará un departamento encargado de supervisar casi todos los aspectos del sistema alimentario del país, incluidos los estándares sobre prácticas agrícolas y cría de ganado, subsidios federales a agricultores o empresas agropecuarias y el establecimiento de estándares de nutrición para escuelas y funcionarios de salud pública en todo el país.
El Departamento de Agricultura estuvo en el centro de la guerra comercial de Trump en su gobierno anterior, cuando aumentó los subsidios a los agricultores que cultivaban los dos principales cultivos del país, maíz y soja, luego que China impusiera aranceles de represalia sobre los granos y los mercados internacionales se vieran interrumpidos. Estados Unidos es el mayor exportador de alimentos del mundo.
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Durante su audiencia de confirmación en el Senado, Rollins reconoció que los planes de Trump para la deportación masiva de personas que se encuentran en el país sin autorización legal podrían llevar a una escasez de mano de obra agrícola. Los cultivadores de algunas verduras y cultivos como las manzanas, así como las operaciones lecheras, dependen particularmente de la mano de obra migrante.
Pero Rollins afirmó que los estadounidenses apoyan los planes de Trump y que trabajará para ayudar al presidente al tiempo que también intenta proteger a los agricultores.
“La visión del presidente de una frontera segura y una deportación masiva a una escala que importa es algo que apoyo”, dijo Rollins.
Rollins es una activista legal conservadora y analista de políticas públicas que más recientemente se desempeñó como presidenta y directora ejecutiva del America First Policy Institute, un grupo de expertos alineado con Trump que desarrolló políticas y cultivó una red de personal para el segundo gobierno de Trump.
Otros exalumnos del AFPI en el gobierno incluyen a la presidenta del grupo, Linda McMahon, quien fue designada para liderar el Departamento de Educación, la fiscal general Pam Bondi, el secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano Scott Turner y el secretario de Asuntos de Veteranos Doug Collins, entre otros.
Rollins se desempeñó como directora interina del Consejo de Política Nacional de la Casa Blanca durante el primer mandato de Trump, donde supervisó un portafolio que incluía la política agrícola. También fue presidenta de la Fundación de Políticas Públicas de Texas, un grupo de expertos conservador.
La nominación de Rollins fue aprobada unánimemente por la Comisión de Agricultura del Senado. El senador Jim Justice, republicano por Virginia Occidental, llamó a Rollins una “superestrella”, mientras que los senadores de su estado natal, Ted Cruz y John Cornyn, testificaron en su nombre antes de su audiencia de confirmación.
Rollins prometió “modernizar” el USDA de acuerdo con la visión de Trump para el departamento, que incluía un procesamiento más rápido de la ayuda por desastres para los agricultores y abordar las enfermedades animales. También se comprometió a “comenzar de inmediato a modernizar, realinear y repensar el Departamento de Agricultura de Estados Unidos” en políticas como el trabajo remoto, en línea con la postura más amplia del gobierno de Trump.
Los demócratas expresaron su preocupación de que los congelamientos de fondos federales habían interrumpido la ayuda a los agricultores y a las universidades de concesión de tierras, y presionaron a Rollins sobre cómo su apoyo a las comunidades agrícolas podría chocar con la agenda de inmigración y comercio de Trump.
La senadora Amy Klobuchar, demócrata por Minnesota, miembro de mayor rango de la Comisión de Agricultura, presionó a Rollins sobre cómo responderá a los aranceles de represalia sobre los cultivos estadounidenses, dado las guerras comerciales anteriores de Trump.
“Más allá de simplemente obtener pagos adicionales para compensarlo, ¿serás una voz para asegurarte de que la gente entienda la importancia de las exportaciones para el Estados Unidos rural? Y no se trata sólo de la agricultura, sino también de la manufactura y cosas por el estilo”, preguntó Klobuchar.
Rollins prometió que su equipo “estará en la mesa luchando por lo que creemos que es necesario para estas comunidades.
“De todo el portafolio que, si se confirma, asumiré, el que más me emociona es la oportunidad de presentar una visión y construir un programa en torno a revitalizar, restaurar y recuperar el Estados Unidos rural”, dijo Rollins. Advirtió que “claramente, el gobierno federal no puede hacer eso” pero afirmó que se necesitará un “enfoque integral” para ayudar a las comunidades rurales.
mcc
