El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, condicionó anoche su apoyo a un posible alivio migratorio para los jóvenes beneficiarios del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), conocidos como dreamers (soñadores) a que el Congreso apruebe los fondos completos para construir un muro en la frontera con México y nuevos límites a la migración legal.
La Casa Blanca divulgó su lista de “prioridades legislativas”, que incluye cambios para facilitar la deportación de niños migrantes centroamericanos, una ofensiva contra quienes rebasen los términos de sus visas y más recursos para deportaciones migratorias.
“Las prioridades incluyen, en primer lugar, seguridad fronteriza (…) para nosotros eso significa un financiamiento completo para la construcción del muro fronterizo”, señaló el director legislativo de la Casa Blanca, Mark Short.
“Estamos pidiendo que estas prioridades sean incluidas en cualquier legislación sobre el estado del DACA o de otra manera la migración ilegal y en cadena probablemente aumentarán”, destacó el funcionario.
La lista la completan un aumento en el costo de los visados, una reforma al sistema de asilo para evitar fraudes, la obligatoriedad del uso del programa de verificación laboral “E-Verify”, el combate a las llamadas “ciudades santuario” y más fondos para el cumplimiento de leyes migratorias en el interior de Estados Unidos.
Igualmente, plantea la creación de un sistema migratorio basado en méritos y no en la reunificación de cónyuges o hijos.
Los líderes demócratas de la Cámara de Representantes y del Senado, Nancy Pelosi y Charles Schumer, han expresado su rechazo total a cualquier iniciativa que pretenda condicionar el futuro de los dreamers al muro.