Más Información
Trump suspende aranceles a Colombia tras acuerdo migratorio; país acepta términos de EU sobre repatriaciones
Líder de Cámara de Representantes en EU pide “a todas las naciones estar alerta”; advierte sanciones si no aceptan deportados
Ante llamado de Petro, Xiomara Castro convoca a reunión urgente de la Celac; fija fecha del encuentro para el 30 de enero
Magistrada Mónica Soto propone sustituir al Comité de Evaluación del PJ; plantea someter a insaculación a aspirantes elegibles
Super Bowl LIX: Kansas City Chiefs y Philadelphia Eagles definirán al campeón; ¿Cuándo y dónde será? Todo lo que debes saber
¿Cómo impacta a Colombia la guerra de aranceles con Trump? Estos son los productos que más exporta a EU
¡Con el café no! Denuncian en EU que ciudadanos pagarán más por aranceles a Colombia; advierte que inflación empeoraría
Realizan primera redada contra inmigrantes en Puerto Rico tras orden de Trump; ICE suma 538 personas detenidas hasta ahora
Perplexity AI presenta una nueva propuesta para comprar TikTok; podría darle al gobierno de EU participación del 50%
Un grupo de fanáticos católicos en Filipinas celebró el Viernes Santo con crucifixiones y flagelos, como parte de los ritos de Semana Santa
La mayoría de la población de este país, que es muy creyente, celebró el Viernes Santo asistiendo a misa, pero otros fueron a extremos para expiar sus pecados en rituales que son mal vistos por la Iglesia.
En el pueblo de San Juan, al norte de la capital Manila, cientos de residentes y de turistas asistieron a una sangrienta representación de los últimos momentos de Jesucristo.
Decenas de hombres desfilaron con la cara cubierta mientras se azotaban con ramas de bambú.
La sangre manó de sus espaldas hasta mojar sus pantalones llegando incluso salpicar a la multitud.
Lee también Viernes Santo histórico: Viacrucis en el Coliseo de Roma sin el papa
"Lo hago por mi familia, para que tengan salud", dijo Daren Pascual, de 31 años.
Al final del desfile, tres personas fueron escoltadas por hombres vestidos de romanos y dos de ellos fueron amarrados a cruces de madera.
Wilfredo Salvador, un enjuto anciano, fue crucificado y tanto sus manos, como sus pies fueron clavados a una cruz, mientras la multitud tomaba fotos y videos y algunos drones sobrevolaban la escena.
Tras varios minutos, fue bajado de la cruz.
"Hago esto porque quiero. Le agradezco (a Dios) por darme una segunda vida", dijo este hombre de 66 años, y que empezó a participar en esta celebración hace 15 años, luego de sufrir un colapso mental.
Este espectáculo es una tradición en las aldeas de la zona de San Fernando, pero en los últimos tres años fue cancelado debido a la pandemia del Covid-19.
Lee también De rodillas y con enormes cruces, acuden 8 mil personas al Santuario de Chalma