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Washington.— El secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrao, aseguró ayer que la represión en Nicaragua ha entrado en una tercera fase que calificó como de “represión burocrática”, al tiempo que el gobierno del país centroamericano proclamó una “gran victoria” y el regreso a la normalidad tras las protestas iniciadas el 18 de abril.
“Estamos viendo una transformación de la represión más cruda hacia un proceso de represión burocrática utilizando el sistema penal y de Justicia para detener a las personas y promover procesos criminales y judiciales en su contra y mantenerlos dentro de un ambiente de acusaciones terroristas”, manifestó Abrao en Washington. Según él, hubo una primera fase de “represión tradicional” marcada por el uso desmedido de la fuerza de la policía contra los manifestantes y la generalización del uso de grupos parapoliciales coordinados con ella, que se extendió desde el inicio de las protestas hasta mediados de junio.
La segunda fase fue la marcada por la “Operación Limpieza”, que el gobierno de Daniel Ortega puso en marcha para eliminar barricadas en feudos opositores, pero en la que se han visto violentos ataques de fuerzas combinadas contra la población civil, como en la ciudad de Masaya, la Universidad Nacional Autónoma (UNAN) y la Iglesia de la Divina Misericordia, entre otros.
Abrao expresó su preocupación por la posibilidad de que la tercera fase, la de “represión burocrática”, se convierta en una tendencia.
Ayer mismo, al menos ocho médicos de diversas especialidades que atendieron a heridos de las protestas dijeron haber sido despedidos del hospital público donde trabajaban. Las autoridades sanitarias no explicaron la causa pero los afectados aseguran que fue por recibir y curar a los lesionados.
La vicepresidenta Rosario Murillo aseguró que el triunfo, tras “tres meses de terrorismo golpista”, es del gobierno. “Es la gran victoria de Dios para Nicaragua y con el pueblo de Nicaragua, retomar la normalidad, retomar la senda de paz y bien”.
Para hoy, manifestantes convocaron a una peregrinación en apoyo a los obispos a los que el régimen acusa de apoyar a “golpistas”. El oficialismo realizará contramarchas.
En tanto, la policía nicaragüense informó haber capturado al presunto autor del asesinato, a tiros, de la estudiante brasileña Raynéia Lima, un caso atribuido a las fuerzas paramilitares que persiguen a los manifestantes contra el gobierno.
El detenido fue identificado como Pierson Gutiérrez Solís y le fue confiscada un arma de fuego tipo carabina M. Según el diario La Prensa, Pierson fue miembro del ejército, pero desde 2009 no tiene relación con la institución.