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Quito. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos alertó el martes sobre la grave situación del exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, recluido en una cárcel de Guayaquil con dos condenas por corrupción y cuya captura en sede diplomática el año pasado provocó la ruptura de relaciones entre Ecuador y México.
En un comunicado, la CIDH advirtió que la salud mental de Glas “atraviesa por un estado de especial gravedad, pese a las atenciones médicas brindadas por el Estado en el 2024” y que la violencia al interior de la cárcel en la que cumple sentencia “impactarían en el deterioro de su salud mental e integridad física”.
Ante a los múltiples factores de riesgo advertidos, ese organismo decidió “ampliar la medida cautelar a efecto de que se tome en cuenta el derecho a la salud del señor Glas”, además de pedir que se amplíen las evaluaciones médicas hospitalarias y los tratamientos médicos adecuados.
Glas, vicepresidente de Ecuador entre 2013 y 2018 durante los gobiernos de Rafael Correa y Lenín Moreno, cumple dos sentencias por corrupción en una cárcel de máxima seguridad, La Roca, de la ciudad de Guayaquil. Además enfrenta otro proceso penal acusado de malversación de fondos públicos destinados a la reconstrucción de dos provincias afectadas por un terremoto en 2016.

Una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos visitó en octubre pasado la prisión en que está Glas, ha solicitado varios recursos de habeas corpus buscando ser enviado a México o cumplir la sentencia en su domicilio, pero sus pedidos han sido rechazados judicialmente por improcedentes.
El exvicepresidente, para evitar la acción de la justicia, ingresó a fines de 2023 en la embajada de México en Quito, pero a inicios de abril la policía ecuatoriana irrumpió en esa sede diplomática y lo capturó, acción considerada como una grave violación a la soberanía mexicana y que provocó la ruptura de relaciones diplomáticas y mutuas demandas ante la Corte Internacional de Justicia.
Asalto a la embajada de México en Ecuador
En 5 de abril de 2024, fuerzas policiales ecuatorianas irrumpieron en la Embajada de México en Quito para arrestar al exvicepresidente Jorge Glas, quien había solicitado asilo político en dicha sede diplomática desde diciembre de 2023.
Las imágenes de seguridad mostraron a agentes armados ingresando por la fuerza, apuntando con sus armas al jefe de la misión diplomática, Roberto Canseco, y llevándose a Glas detenido.
Este acto provocó una crisis diplomática entre México y Ecuador. El entonces presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, calificó la acción como una "violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México", ordenando la suspensión de relaciones diplomáticas con Ecuador.
La comunidad internacional reaccionó con condenas. Estados Unidos, a través del exasesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, expresó que "condenamos esta violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, incluyendo el uso de la fuerza contra funcionarios de la Embajada".
Asimismo, la Organización de los Estados Americanos (OEA) aprobó una resolución que condena "enérgicamente" la intrusión en las instalaciones de la Embajada de México en Ecuador y los actos de violencia ejercidos contra el personal diplomático.
El gobierno ecuatoriano, por su parte, defendió la acción argumentando que Jorge Glas, condenado por corrupción, no podía ser considerado un perseguido político y que México había abusado de las inmunidades y privilegios diplomáticos al otorgarle asilo.
desa/mgm