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Chicago.— Los migrantes son el alma de la industria manufacturera de Chicago. Pero en estos días no se les ve por ningún lado.
Muchos ya no quieren ir a las fábricas a trabajar. Tienen miedo de que los agarre la migra. Este es el común denominador en las plantas de embalaje de alimentos, de ropa, de armado de plásticos y de colchones que hay en los suburbios de Chicago.
Carmen Reyes es una migrante mexicana que lleva más de 25 años en Illinois. El lunes pasado marchó en el centro de la ciudad para pedir que no los deporten, que los dejen trabajar. Vía telefónica, desde la fábrica, no dice cuántos han faltado a su trabajo, pero afirma que cada vez se notan menos empleados a la hora de la comida.
“No sé si sea nada más que nos están espantando. Yo no he visto nada, pero en el Face [Facebook] nos mandan avisos: que está la migra en tal lugar, que no vayamos a tal lugar”.
Chicago, una ciudad santuario, está acostumbrada a las amenazas de la migra. En 2018, durante la primera administración de Donald Trump, el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) convirtió la ciudad en un centro de redadas.
La llegada de Joe Biden a la presidencia les dio un respiro. En 2022, la Unión Americana de Libertades Civiles resolvió una demanda con el Departamento de Seguridad Nacional, exigiendo cambios en cómo ICE puede operar en Illinois, prohibiendo retener a las personas en la calle para pedirles documentos, por ejemplo.
El regreso de Trump los coloca de nuevo en el centro del acoso. Carmen dice que las empresas han compartido folletos con información sobre los derechos que tienen los empleados en caso de que los agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) lleguen a detenerlos. “Nos dicen que si nos agarran, nuestro derecho es que no debemos decir nada. Que debemos pedir un abogado. Eso es lo que nos orienta y nos dan teléfonos. Hay una aplicación en el Consulado de México, que también nos dieron, para que la bajemos”.
En 2022, Illinois albergaba a unos 400 mil inmigrantes indocumentados, de los que unos 300 mil trabajaban (5% de la mano de obra total), según una investigación de Pew publicada a finales de 2023.
Los días transcurridos desde la investidura de Trump no han calmado el miedo. Al contrario. Los rumores esparcidos en las redes sociales han desatado más el temor entre la comunidad migrante de Chicago. “A veces mandan algún mensaje en el Facebook y la gente se alborota, ya no queremos ni salir, ni a la tienda ni nada, porque tenemos miedo”.
Políticos locales llaman a la calma y recuerdan que amenazas como las de Trump no son nada nuevo. Pero en las fábricas, en los restaurantes, se nota el miedo: la gente no está yendo a trabajar. A otros, como Carmen, no les queda más remedio. Hay que comer, dice.
