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La Casa Blanca tuvo que intervenir para que se dejaran de realizar unas pruebas con polígrafo en el Pentágono ordenadas por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, para detectar si había personal filtrando información a los medios, según adelanta este sábado el diario The Washington Post.
Diversos medios han reportado desde el pasado abril que Hegseth había amenazando con realizar estos tests entre el personal de su departamento.
Según detalla hoy The Washington Post, que cita a funcionarios y otras personas cercanas al asunto, la orden de la Casa Blanca de terminar con semejante rutina llegó después de que uno de los asesores principales de Hegseth, Patrick Weaver, comunicara su incomodidad a la oficina presidencial estadounidense.

Weaver, según el diario, es considerada una figura muy cercana al vicejefe de Gabinete de Trump, Stephen Miller.
Tras una llamada del entorno de la Casa Blanca, la práctica de los tests con polígrafo, que según el rotativo se llegaron a realizar durante varias semanas a partir de abril, acabó suspendiéndose tras dicha intervención.
El arranque de estas pruebas con polígrafo en abril coincidió con una fase especialmente turbulenta en el Pentágono tras las filtraciones de las conversaciones que Hegseth y otros miembros del Gabinete tuvieron en un chat abierto de la aplicación de mensajería Signal y también de que el propio secretario de Defensa despidiera a tres altos funcionarios a los que acusó de filtrar información a medios de comunicación.
es/mcc