Miami.— Desde que inició la segunda presidencia de Donald Trump en Estados Unidos, Canadá y México comparten el amargo trago de ser el blanco de las amenazas del mandatario estadounidense, que los acusa de lo que considera esfuerzos insuficientes en la lucha contra el flujo de migrantes y drogas hacia suelo estadounidense.

Que Trump metiera en el mismo saco a y México tomó por sorpresa a los canadienses, que insistieron una y otra vez en que la situación de ambas naciones no es comparable. Sin embargo, Trump no ha cedido un ápice.

Después de que en febrero declaró emergencia económica en la Unión Americana, Trump amenazó con imponer, mediante órdenes ejecutivas, aranceles de 25% a las importaciones de México y Canadá (con excepción de productos energéticos canadienses, gravados a 10%). Estas medidas se justificaron con el argumento de “sostener la seguridad nacional” de EU y frenar la inmigración irregular y el flujo de opioides como el fentanilo. La inminente entrada en vigor de estos —el 4 de marzo vence el plazo que dio EU— ha generado alarma.

Lee también

El ministro de Seguridad Pública, David McGuinty, en el centro, y el zar del fentanilo Kevin Brosseau, a la derecha, en el puerto de entrada de Lansdowne de la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá en Ontario. Foto: Spencer Colby / AP
El ministro de Seguridad Pública, David McGuinty, en el centro, y el zar del fentanilo Kevin Brosseau, a la derecha, en el puerto de entrada de Lansdowne de la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá en Ontario. Foto: Spencer Colby / AP

En respuesta directa, Canadá y México han implementado medidas sin precedentes: México reforzó su frontera norte con 10 mil efectivos de la Guardia Nacional, intensificando retenes y operativos contra el tráfico ilegal de personas, migrantes y narcotráfico. Estas acciones se articularon en operaciones conjuntas con Estados Unidos.

Canadá anunció un plan fronterizo de mil 300 millones de dólares canadienses para seis años, que incluye nuevos helicópteros, sistemas de vigilancia avanzados y la presencia de 10 mil agentes en la frontera con EU. El primer ministro Justin Trudeau nombró un zar del fentanilo. Simultáneamente, se lanzó una fuerza de tarea Canadá-EU (Joint Strike Force) enfocada en el crimen organizado, tráfico de fentanilo y lavado de dinero transfronterizo.

La presión de Trump ha llevado al gobierno de Canadá a hablar más abiertamente respecto del rol que juegan los cárteles en suelo canadiense. “Las organizaciones criminales internacionales, incluidos los cárteles, juegan un papel clave en la producción y distribución de fentanilo en Canadá”, reconoció el ministro de Seguridad Pública de Canadá, David McGuinty al anunciar, el pasado 20 de febrero, la designación de cinco cárteles mexicanos como terroristas: el De Sinaloa, Jalisco Nueva Generación (CJNG), Del Golfo, La Familia Michoacana, del Noreste y Cárteles Unidos; “los canadienses deben saber que tenemos una frontera fuerte y la estamos haciendo más fuerte”, afirmó. Según dijo, la designación busca dar a las fuerzas de seguridad “todas las herramientas disponibles” para luchar contra esos grupos criminales.

Lee también

Al mismo tiempo, Canadá concretó uno de los mayores golpes al narcotráfico de su historia: a mediados de febrero desmanteló un súper laboratorio clandestino que producía metanfetaminas y precursores de fentanilo, incautando además grandes cantidades de droga y armas.

Una evaluación de Criminal Intelligence Service Canada señaló que el término “cártel” es ahora aplicable a la actividad criminal en suelo canadiense a partir de que estos grupos mexicanos han establecido alianzas con pandillas locales y bandas de motociclistas para distribuir drogas en provincias como Columbia Británica, Ontario y Quebec, entre las más importantes, de acuerdo con un informe de la autoridad canadiense al que EL UNIVERSAL tuvo acceso. Por ejemplo, desde 2017, 82% de las muertes por sobredosis de opioides en Canadá han estado relacionadas con el fentanilo. En 2016, la provincia de Columbia Británica declaró un estado de emergencia de salud pública después de que las sobredosis de fentanilo mataran a 200 personas en tan sólo tres meses. Para 2023, la provincia registró un récord de más de 2 mil 500 decesos por sobredosis.

Inteligencia canadiense ha detectado que el fentanilo proveniente de México se introduce oculto junto con cargamentos de cocaína o metanfetaminas en camiones de carga que cruzan la frontera EU-Canadá. Si bien la magnitud exacta de este flujo es difícil de precisar, hay evidencia de laboratorios clandestinos operados en Canadá con apoyo y la experiencia mexicana. Muchos se concentran en Vancouver y sus alrededores. Las organizaciones mexicanas proporcionan precursores, expertos cocineros y conexiones internacionales, mientras que pandillas canadienses, como los Wolfpack Alliance y los Hells Angels, manejan la distribución local. La colaboración transnacional se extiende también al tráfico de armas desde EU hacia Canadá; los cárteles intercambian drogas por armamento, incrementando la violencia armada asociada a pandillas canadienses.

Lee también

Un informe oficial de FINTRAC, una unidad canadiense contra lavado de dinero, reconoce la “presencia de opioides de origen mexicano en el mercado canadiense, con fentanilo y precursores ingresando desde México a veces junto con otras drogas”. Además, indica el reporte, que “el crimen organizado canadiense produce fentanilo de alta calidad localmente, a veces bajo directrices de redes internacionales. Esta producción interna ha hecho que Canadá se convierta no sólo en consumidor, sino en un eslabón exportador de opioides hacia Estados Unidos y otros continentes como Australia y Europa”.

En el marco de la cooperación trilateral, Canadá y México intercambian inteligencia sobre rutas de fentanilo y dinero ilícito. Bajo la iniciativa Proyecto Guardián, lanzada en 2018; ambos países colaboran, junto con EU, para seguir la pista financiera del opioide, detectando y bloqueando lavado de dinero vinculado a cárteles. Este proyecto ha generado más de mil reportes de inteligencia financiera y fortalecido las capacidades para detectar transferencias sospechosas relacionadas con opioides.

Relaciones diplomáticas y geopolítica

La comunicación entre Trudeau y Claudia Sheinbaum, presidenta de México, ha sido fluida y estratégica. En el marco de la Cumbre de Líderes de América del Norte, en enero, presentaron preocupaciones conjuntas sobre la retórica de Trump. Además, México apoyó la candidatura de Canadá para un puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU, mientras que Ottawa resaltó la contribución mexicana en migración ordenada.

Lee también

Sin embargo, Trudeau ya se va. Esta coyuntura influye en su relación bilateral con México. Por un lado, Trudeau, del Partido Liberal canadiense, en el poder desde 2015, ha promovido una política multilateral y progresista, valorizando la cooperación con México tanto en comercio (T-MEC) como en seguridad (NADD), ha invertido capital político en mostrar que su acercamiento a Sheinbaum y la gestión conjunta de la crisis de fentanilo rinde frutos. En contraposición está Pierre Poilievre, del Partido Conservador.

Según Poilievre, las solicitudes de refugio de ciudadanos mexicanos pasaron de 250 en 2016 a 17 mil 490 en 2023 (con sólo 11% aprobadas), señalando un posible abuso del sistema migratorio canadiense y “preocupaciones serias sobre participación del crimen organizado en tráfico humano”. Poilievre, de ganar, promete una línea más estricta, “seguridad fronteriza y orden en el sistema migratorio” primero, incluso si implica medidas como la visa para México o límites de refugiados.

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Comentarios