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San José.— El endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos provocará al cierre de 2018 una reducción en el ritmo de crecimiento de las remesas familiares que guatemaltecos, hondureños y salvadoreños enviarán a sus países, advirtió un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El estudio precisó que las remesas, que desde los últimos 25 años del siglo XX se convirtieron en esenciales para las finanzas públicas de Guatemala, Honduras y El Salvador, registrarán una merma de 7% en 2018 en su ritmo de incremento. Ello, por el impacto de los cambios que el presidente Donald Trump impulsó tras asumir en enero de 2017 para restringir las políticas sobre migración y mercados laborales en EU, desestimular la llegada de indocumentados e intensificar las deportaciones.
Guatemala, Honduras y El Salvador, que forman el Triángulo Norte de Centroamérica y que, por sus crisis socioeconómicas y de inseguridad son la fuente de un masivo traslado de migrantes irregulares a EU, recibieron más de 17 mil 700 millones de dólares en remesas en 2017, frente a más de 15 mil 57 millones de dólares en 2016, según cifras de los bancos centrales de las tres naciones. Las remesas, cuya fuente principal es EU, aumentaron en 2 mil 643 millones de dólares o cerca de 17.5%. El Banco Central de Honduras pronosticó desde enero de 2017 que el mayor riesgo para las remesas sería el impacto colateral del aumento en las deportaciones por las políticas de EU.
Adicional. El informe del BID previó que se “observará una disminución adicional de 6%” en los flujos de dinero por la terminación del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) para “ciertos migrantes de El Salvador y Honduras”, alertó.
Entre noviembre de 2017 y enero de 2018, Trump concedió una prórroga a salvadoreños y hondureños para acogerse al TPS, con el que EU auxilió a migrantes de varias partes del mundo ante tragedias naturales o guerras en sus países, les otorgó residencia temporal y autorizó a trabajar. Para unos 190 mil salvadoreños favorecidos con ese programa, el permiso vencerá en septiembre de 2019 y dejará de regir en enero de 2020 para unos 57 mil hondureños, por lo que deberán resolver su situación migratoria en EU, abandonar esa nación o retornar a sus países de origen.
El Banco de Guatemala reportó que recibió 3 mil 507 millones de dólares en remesas de enero a mayo de 2018, con 3 mil 328 millones de dólares en ese mismo periodo de 2017. El Banco de Reserva de El Salvador registró 2 mil 227 millones de dólares de enero a mayo de 2018 y 2 mil 44 millones en los primeros cinco meses de 2017.
El Banco Central de Honduras sumó 2 mil 178 millones de dólares en ingresos por remesas en el primer semestre de 2017. No hay datos disponibles de 2018.
De acuerdo con cifras oficiales, unos 400 mil guatemaltecos, salvadoreños y hondureños migran por vías ilegales cada año a EU y se unen a millones de compatriotas que residen legal o ilegalmente en ese país.