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San Salvador.— Después de afirmar que habló con Dios, el presidente de El Salvador, Nayyib Bukele, dio ayer una semana de plazo a los legisladores del Congreso para aprobar un préstamo que requiere para financiar la fase tres de un plan de seguridad, tras una polémica sesión a la que ingresaron militares y policías, así como simpatizantes del mandatario.
Bukele, quien advirtió el viernes a los legisladores que los ciudadanos tienen derecho a la “insurrección”, convocó a sus partidarios a congregarse fuera del edificio legislativo, donde esperaba se avalara ayer el préstamo de 109 millones de dólares para su plan de control territorial, con el que busca equipar mejor a sus fuerzas policiales en la lucha contra el crimen.
El objetivo del proyecto es quitar el control territorial a las pandillas Mara Salvatrucha (MS13), Barrio 18 y otras minoritarias. De los 84 diputados que conforman la Asamblea, sólo una veintena de los partidos GANA, PCN, PDC y uno independiente asistieron a la plenaria extraordinaria.
El movimiento del jefe de Estado para presionar a los representantes fue respaldado por el ministro de Defensa, René Merino, y el director de policía, Mauricio Arriaza, pero fue cuestionado por organizaciones de derechos humanos.
“Démosle una semana a estos sinvergüenzas”, dijo Bukele desde una tarima instalada en la entrada del Congreso, tras haber ingresado brevemente y hacer una oración. Cuando salió de la Asamblea se dirigió nuevamente a los ciudadanos.
Les dijo que acababa de hablar con Dios y este le había dicho que debía esperar “un poco más”:
“Todos los poderes fácticos de país lo saben. Si quisiéramos apretar el botón, sólo apretamos el botón, pero yo le pregunté a Dios y Dios me dijo: ‘Paciencia, paciencia, paciencia...’”.
Bukele había dicho minutos antes que los diputados debían acudir a la plenaria con las opciones de aprobar el préstamo, no aprobarlo o simplemente no votar; sin embargo, al hablar por segunda ocasión a la multitud y ante la reacción de ésta dijo que daba una semana para dar luz verde al préstamo.
“Los volvemos a convocar el domingo y le volvemos a pedir a Dios”, condicionó. “Una semana... en una semana nos convocamos acá, los vamos a convocar como Consejo de Ministros y si no aprueban yo no me voy a poner en medio de ustedes y del artículo 87 de la Constitución”, reiteró, refiriéndose otra vez al derecho a la insurrección.
“Estamos aquí en apoyo por la inseguridad que tenemos en nuestro país y los diputados no quieren ver eso, en el país la violencia está más fuerte y no quieren colaborar con el pueblo que un día les dio el voto”, dijo a Reuters Adelma Campos, una ama de casa de 43 años que acudió al llamado de Bukele.La presencia de militares y policías en el salón de sesiones de la Asamblea desató polémica. Diputados consideraron que “no era necesario llegar hasta este punto”. Defensores de derechos humanos critican el plan de Bukele por apoyarse en la fuerza militar y en la policía para lograr los resultados esperados.