La Paz.— La proclamada presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, designó ayer a sus primeros 11 ministros, de un total de 20, un día después de asumir el poder tras la renuncia de Evo Morales, quien se refugió en México. En la nómina destacan la académica y exdiplomática Karen Longari como nueva canciller y el senador derechista Arturo Murillo como ministro de Gobierno.
En el Ministerio de Finanzas fue nombrado José Luis Parada, asesor económico de la gobernación de Santa Cruz, rica región oriental y bastión opositor a Morales.
Áñez designó horas antes a una nueva cúpula militar, de cinco oficiales, nombrando como comandante en jefe de las fuerzas armadas al general Sergio Carlos Orellana, del ejército. Otro desafío del nuevo gobierno es convocar a elecciones a la brevedad, dijo la presidenta.
Después de tres semanas de protestas opositoras y choques que derivaron en la renuncia de Morales a la presidencia, la violencia dejó otro muerto. Un joven de 20 años falleció por un disparo en la cabeza en un enfrentamiento contra policías en un poblado de Santa Cruz, en medio de manifestaciones de partidarios del expresidente, informó un médico.
Además, la presidenta del Senado de Bolivia, Adriana Salvatierra, reapareció para aclarar que no dimitió, en cuyo caso le correspondería sustituir a Morales. Salvatierra se presentó en la Asamblea Legislativa con la intención de retomar sus antiguas funciones. Los agentes que custodian el Congreso se lo impidieron recordándole que había renunciado. “No a mi curul ni a la Presidencia”, les contestó, rodeada de simpatizantes que gritaron: “¡Dejen entrar a la presidenta de Bolivia!”.
Morales tuiteó que detrás del “golpe de Estado” en Bolivia hay “una conspiración política y económica que viene desde Estados Unidos”. Además, dijo: “Si mi pueblo pide, estamos dispuestos a volver (...) Mejor lo antes posible para pacificar Bolivia”.