Barcelona.— Grupos de secesionistas cortaron ayer una de las principales autopistas de Cataluña (AP-7) cerca de la frontera de Francia, donde quedaron retenidos unos mil vehículos, así como dos de las calles más importantes de Barcelona para exigir la libertad de los políticos catalanes encarcelados por su participación en el proceso ilegal de independencia de esa región.
Las manifestaciones —a veces con disturbios—, los cortes de carreteras y las pintadas en edificios oficiales se multiplicaron los últimos días en esta región española para protestar contra el encarcelamiento de líderes separatistas y la detención del huido ex presidente regional Carles Puigdemont, detenido el domingo en Alemania. La Justicia española lo reclama por su implicación en el ilegal proceso de secesión iniciado en esa comunidad autónoma española en 2017.
Los abogados de Puidgemont aseguraron que su cliente no desfallecerá y que lo vieron, al reunirse con él, “en excelentes condiciones, tanto en lo que respecta a su estado físico como de ánimo”. El letrado Jaume Alonso Cuevillas dijo que el líder catalán hizo “un llamamiento a la unidad de todo el soberanismo” e insistió en que “no desfallecerá en seguir defendiendo sus ideales”. El Ministerio de Justicia del estado alemán de Schleswig-Holstein, donde está Puigdemont, aseveró que éste no goza de privilegio alguno.
La organización Amnistía Internacional (AI) insistió en que Puigdemont no es un “preso político” o de conciencia.
La ex consejera catalana Clara Ponsatí, quien apoyó el proceso ilegal de independencia de Cataluña, se presentará hoy voluntariamente en una comisaría de Edimburgo, donde será detenida, informó su abogado.