Más Información

Sheinbaum reporta 23 mexicanos detenidos por redadas de Georgia y 19 en Alligator Alcatraz; garantiza recursos para consulados

Neutralizan en Durango narcolaboratorios relacionados con "Los Mayos"; aseguran 21 toneladas de metanfetaminas

No sin mis perros; vecinas desalojadas de República de Cuba pernoctan en la calle por que hotel no acepta mascotas

Comunero de Tepoztlán pide juicio de restitución de la casa de Noroña; el tema se abordará hasta octubre

Harfuch revela detención de 14 personas vinculadas a huachicol fiscal; defiende a extitular de Marina

Entre protestas contra Adán Augusto, Andrea Chávez rinde informe de actividades en Chihuahua; “no a La Barredora”, reclaman

Marchan por cese de la violencia y restitución de la paz en Sinaloa; “Dios los acompaña”; obispo de Culiacán
Rangún.— Las fuerzas de seguridad dispararon contra los manifestantes ayer en Birmania, en tanto el ejército desplegó tropas y cortó casi totalmente el acceso a internet, lo que hace temer un recrudecimiento de la represión del movimiento de protesta contra el golpe de Estado.
Por las calles de Rangún, la capital económica, se avistaron tanques y en otras ciudades se constataron despliegues de soldados, según imágenes difundidas en las redes.
Las telecomunicaciones estaban de nuevo fuertemente perturbadas, con un “corte de internet casi general” en el país, según Netblocks.
“Hay señales de movimientos militares en Rangún y la posibilidad de interrupciones en las telecomunicaciones en la noche del lunes”, tuiteó en su cuenta la embajada de Estados Unidos.
En Myityina, en el norte del país, las fuerzas de seguridad dispersaron a una concentración disparando contra los manifestantes, según informó una periodista local.
“Primero lanzaron gases lacrimógenos y luego dispararon”, declaró a la AFP la reportera, aunque no pudo precisar si usaron balas reales o de goma. Cinco periodistas fueron arrestados en esa concentración, según la prensa.
En Rangún, los manifestantes se reunieron en varios lugares, entre ellos, cerca de la famosa pagoda Shwedagon, para exigir el regreso de la democracia y la liberación de su gobernadora Aung San Suu Kyi, quien fue depuesta del poder el 1 de febrero.
Cerca de la estación central de ferrocarril, los residentes bloquearon una calle con troncos de árboles para impedir que la policía entrara en la zona, e impidieron que los agentes de policía hicieran volver al trabajo a empleados ferroviarios en huelga.
Ante esta situación, los embajadores en Birmania de Canadá, la Unión Europea y Reino Unido, además de Estados Unidos, instaron al ejército a “no recurrir a la violencia”, en una declaración común.
Los jefes de la junta militar serán “considerados responsables” de la violencia en Birmania, advirtió el relator de la ONU para ese país, Tom Andrews: “Es como si los generales hubieran declarado la guerra al pueblo birmano”, tuiteó.