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Washington.— Con el lema “ya fue suficiente”, decenas de miles de jóvenes desde Maine hasta Alaska salieron de sus aulas el miércoles para exigir medidas contra la violencia con armas de fuego, en una de las protestas estudiantiles más grandes desde la época de la Guerra de Vietnam.
Desafiando la nieve en Nueva Inglaterra y las amenazas de reportes por indisciplina en escuelas de Georgia y Ohio, jóvenes de unas 3 mil escuelas que sostanían carteles con frases como “¿Soy el siguiente?”, se pronunciaron contra la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) e inclinaron sus cabezas en honor a las 17 personas asesinadas el 14 de febrero en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas de Parkland, Florida.
“Estamos hartos de eso”, dijo Maxwell Nardi, estudiante de último grado en la secundaria Douglas S. Freeman de Henrico, Virginia. “Vamos a seguir luchando y no nos detendremos hasta que el Congreso haga cambios”.
En el denominado “Día de Marcha Nacional”, estudiantes a lo largo y ancho de EU dejaron sus aulas a las 10:00 de la mañana, hora local, durante 17 minutos, uno por cada persona que falleció en la matanza de hace un mes. En algunas escuelas, los estudiantes no salieron del inmueble pero se alinearon en los pasillos, se reunieron en los gimnasios y auditorios, o portaron prendas anaranjadas, color que utiliza el movimiento contra la violencia con armas.
La protesta de ayer es la antesala de la #MarchaPorNuestrasVidas que se realizará dentro y fuera de EU el 24 de marzo con el mismo propósito.
En Washington estudiantes de todas las edades se unieron a la manifestación y pidieron a las afueras de la Casa Blanca “un inmediato control de armas”. Asimismo, decenas se unieron en otros estados como Nueva Jersey, Arizona, Nueva York, California, Atlanta, Connecticut y Kentucky.
Algunas escuelas elogiaron a los estudiantes, mientras que otras los amenazaron con reprimendas. Los manifestantes exigieron medidas como revisiones de antecedentes más estrictas para la compra de armas y una prohibición a los fusiles de asalto, como el que se usó en la masacre de Florida.
Mientras las manifestaciones se llevaban a cabo, la NRA respondió publicando una fotografía en su cuenta de Twitter que mostraba un fusil color negro que tenía estampada una bandera estadounidense. La asociación acompañó la imagen con la frase: “Yo controlaré mis propias armas, gracias”.
La jornada de protesta se realizó al cumplirse un mes en que el joven Nikolas Cruz, de 19 años, ingresó a su ex colegio con un rifle semiautomático y abrió fuego indiscriminadamente contra quienes encontró a su paso.
Cruz fue presentado ayer ante una corte de Fort Lauderdale para su acusación formal por 34 cargos en su contra: 17 por homicidio premeditado y 17 por intento de homicidio, pero se negó a responder a las preguntas formuladas, de manera que la jueza ingresó una declaración de no culpabilidad. Un funcionario cercano al caso señaló que dado que la fiscalía pedirá la pena de muerte para Cruz, los abogados de éste buscan demostrar que su cliente sufre severos trastornos mentales y conmutar la pena capital por cadena perpetua.
En tanto, la Cámara de Representantes adoptó un tímido paquete de 75 millones de dólares al año destinado a escuelas que deseen invertir en la renovación de sus sistemas de seguridad y el entrenamiento de su personal. El presidente Donald Trump elogió la medida y dijo que “debemos poner la seguridad de los niños de EU PRIMERO, mejorando el entrenamiento y dando mejores armas a las escuelas y autoridades. ¡Una tragedia como Parkland no puede volver a ocurrir!”.