Colombo.— Las autoridades de Sri Lanka redujeron en más de un centenar el balance de víctimas fatales de los ataques del domingo, y anunciaron que el saldo es de 250 o 260 muertos y no de 359 como se había informado, mientras se informó que el secretario de Defensa renunció tras fallo de seguridad en los atentados.

El Ministerio de Salud indicó que al concluir las autopsias, los servicios médicos llegaron a la conclusión de que algunos cuerpos de víctimas mutiladas habían sido contados varias veces. El balance oficial divulgado por la policía fue reducido en 106 tras contrastar las autopsias y los informes de ADN, según indicó el ministerio en su comunicado. “Varias de las víctimas estaban muy mutiladas. Hubo un doble recuento” en algunos casos, señaló el ministerio.

Mientras, Hemasiri Fernando, secretario de Defensa, aseguró en su carta de renuncia que como funcionario había difundido “sistemáticamente la información de inteligencia recibida sobre los ataques a los funcionarios y departamentos competentes” y que cumplió con su “deber”.

“Pero algunos oficiales y departamentos clave no actuaron en consecuencia y como resultado hemos tenido que enfrentar esta situación. Voy a renunciar para facilitar la investigación al comité encargado”, anunció.

Él ocupa el tercer puesto en la cadena de mando de este despacho tras el presidente del país, Maithripala Sirisena, que posee también el cargo de ministro de Defensa, y al que sigue el viceministro de Defensa, Ruwan Wijewardene. La decisión de Fernando llega después de que varios funcionarios, entre ellos Sirisena, revelaran que los jefes de los organismos de inteligencia recibieron con antelación información de países aliados sobre los atentados; no obstante, no actuaron.

Wijewardene reconoció en una rueda de prensa con medios extranjeros que hubo un “lapsus” dentro de los equipos de inteligencia del país que recibieron información de los ataques y que “decidieron” deliberadamente no informar a Sirisena ni al primer ministro Ranil Wickremesinghe.

Los kamikazes atacaron a la minoría cristiana de la isla de Asia del Sur el domingo por la mañana en tres iglesias que oficiaban la misa de Pascua, provocando un baño de sangre. Paralelamente se produjeron explosiones en tres hoteles de lujo.

Las autoridades atribuyen su autoría al grupo extremista National Thowheeth Jama’ath (NTJ). La organización yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó los ataques en un video.

Colombo emprendió una gigantesca búsqueda de sospechosos. Sri Lanka detuvo a otras 16 personas la madrugada del jueves, elevando a 75 el número de detenidos desde el domingo. El ejército desplegó a miles de soldados más para respaldar a la policía en esta búsqueda.

La preocupación por nuevos atentados o brotes de violencia llevó a los líderes religiosos a cancelarlos rezos públicos. En una advertencia inusualmente específica, la embajada de Estados Unidos en Sri Lanka dijo que los lugares de culto podrían ser atacados por extremistas este fin de semana. Reino Unido recomendó a sus ciudadanos evitar viajar al país asiático, de ser posible.

El primer ministro Ranil Wickremesinghe dijo a The Associated Press que todavía hay sospechosos prófugos y que podrían traer explosivos. La policía informó que busca a tres mujeres y un hombre sospechosos de estar involucrados en los ataques.

Google News

Más Información

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses