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Las luces de los rescatistas despertaron a Lorena Guillén en plena madrugada. Desde afuera llegaban gritos. Abrió la ventana de su casa y vio cómo el río Guadalupe había crecido al menos diez metros desde que se había ido a dormir, cubriendo por completo los siete acres de su propiedad.
Guillén vive junto al cauce y alquila parcelas de su terreno a personas que llegan con sus autocaravanas —RV, como se les conoce en inglés— y pagan una renta mensual para estacionarse allí. Una de esas familias, dos adultos y tres niños, se aferraba a un árbol, luchando por no ser arrastrada por la corriente.
"¡Aviéntame a uno de tus hijos!", le gritó al padre, otro de los inquilinos, intentando ayudar. Los brazos cedieron, y desde su ventana, Guillén vio cómo desaparecían entre ramas, árboles y el avance violento del agua.
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El número de víctimas mortales en las inundaciones en el centro-sur de Texas aumentó este domingo a 68, según informaron las autoridades, mientras cientos de agentes y voluntarios continúan con las labores de búsqueda.
Los relatos de sobrevivientes son sobrecogedores.
Julian Ryan, de 27 años, su madre, su prometida Christinia Wilson y los hijos de la pareja, de 6 años y 13 meses, se acurrucaron en el dormitorio de su casa remolque en Ingram cuando la crecida del río Guadalupe les despertó a las 4 de la madrugada del viernes, según The New York Times.

"Empezó a entrar a raudales y tuvimos que luchar contra la puerta para cerrarla y asegurarnos de que no entraba demasiada agua", declaró Wilson a la emisora local KHOU.
Con sus dos bebés ya encaramados a un colchón flotante, la puerta del dormitorio se abrió de golpe, inundando la habitación, y Ryan tomó una medida drástica para salvar a su familia: hizo un agujero en la ventana del dormitorio. Sin embargo, al hacerlo seccionó una arteria de su brazo y casi cortó la extremidad "limpiamente", dijeron miembros de la familia a KHOU.
Wilson dijo al medio que llamó repetidamente al 911, pero que nadie llegó a tiempo para salvar a su prometido.

"Lo siento, no voy a lograrlo. Los quiero a todos", dijo Ryan a su familia mientras se desangraba en el dormitorio inundado.
Las aguas siguieron subiendo hasta que la fuerza partió el remolque por la mitad y la familia pudo huir a un lugar seguro, dejando a Ryan atrás.
"Julian dio su vida por su familia, falleciendo como un verdadero héroe. Aunque su familia está eternamente agradecida por su sacrificio, están destrozados por su pérdida", se lee en un GoFundMe que ha recaudado más de 25 mil dólares.

El sheriff del condado de Kerr, Larry Leitha, dijo que entre los muertos confirmados hay 38 adultos y 21 niños, pero que 18 víctimas adultas y cuatro niños aún no han sido identificados.
Leitha dijo que 11 niñas y una consejera siguen desaparecidas de Camp Mystic, el campamento de verano cristiano para niñas situado a orillas del río Guadalupe. Se ha confirmado la muerte de cinco campistas de 8 y 9 años, así como del propietario del campamento.
Las autoridades de otras comunidades cercanas han reportado otras 9 muertes: 3 en el condado de Burnet, 1 en el de Kendall, 1 en el de Tom Green y 4 en el de Travis.
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A las familias se les permitió buscar alrededor del campamento el domingo por la mañana, mientras que las cuadrillas cercanas operaban equipo pesado para sacar troncos de árboles y ramas enredadas del agua mientras buscaban a lo largo de una orilla del río. Un trueno retumbó desde una nueva tormenta.
Una mujer y una adolescente, ambas con botas de goma, entraron brevemente en una de las cabañas, que estaba junto a un montón de colchones empapados, un baúl de almacenamiento y ropa. En un momento, la pareja se dobló, sollozando antes de abrazarse.
Las destructivas aguas subieron 8 metros (26 pies) en el río en solo 45 minutos antes del amanecer del viernes, arrasando con casas y vehículos. El peligro no había terminado, ya que al menos una advertencia de inundación repentina seguía vigente y más lluvia cayó en el centro de Texas el domingo.

Reece Zunker, entrenador de futbol en Tivy (Texas), y su esposa Paula, que estaban de vacaciones con sus dos hijos cuando las inundaciones arrasaron el condado de Kerr, fueron algunas de las últimas víctimas identificadas por las autoridades.
"Nuestra comunidad de Tivy Soccer y KISD tiene el corazón roto por la pérdida de nuestro líder e inspiración", escribió Tivy Boys Soccer en Facebook el sábado por la noche.