Antes de la fría Nochebuena y Navidad hubo una temporada de huracanes explosivos, incendios devastadores y la dana.
Durante este año la temporada de huracanes fue más explosiva, devastadora y mortífera. Los fenómenos meteorológicos brincaban de huracanes categoría 1 a 5 en 24 horas y dejaron cientos de muertos. Incluso se presentó el huracán más temprano formado en el Atlántico, un adelanto de lo que vendría y eso que faltaba la dana en suelo valenciano y mucho más.
Entre los sistemas más devastadores del año están Helene, que dejó más de 200 muertos en Estados Unidos, la mitad en Carolina del Norte, lo que lo convirtió en el más mortal desde Katrina en 2005.
Milton era una tormenta tropical un sábado por la tarde, pero se volvió huracán el domingo y el lunes a mediodía ya era categoría 5.
En el caso de Helene, también impactó Centroamérica y la Península de Yucatán. Tocó tierra con 225 kilómetros por hora en la región del Big Bend de Florida, como el ciclón más poderoso en esa región. Prosiguió en tierra por Georgia, Carolina del Sur, Carolina del Norte, Tennessee y Virginia.
Expertos dijeron en su momento que aumentó de tamaño y con fuerza. "Este huracán tiene de todo. Se ha intensificado muy rápidamente, de categoría 2 a 4", dijo el Dr. Mark DeMaria, científico investigador principal del Instituto Cooperativo para la Investigación de la Atmósfera (CIRA) de la Universidad Estatal de Colorado.
“El Golfo de México suele estar ya muy cálido en septiembre. Y este año es uno o dos grados más cálido de lo habitual”, dijo DeMaria. También señaló que las temperaturas oceánicas globales están aumentando, posiblemente debido al cambio climático, lo que puede estar contribuyendo a la creciente intensidad de huracanes como Helene.
Por el fenómeno meteorológico, Helene tuvo pérdida económicas por más de 59 mil 600 millones de dólares.
"Las históricas precipitaciones de hasta 76 centímetros ocasionaron en este estado inundaciones y deslizamientos de tierra, los cuales produjeron graves daños, y de largo plazo, tanto en hogares como en infraestructuras públicas y la industria agrícola", reportó EFE.
Produjo "un desastre a gran escala", como dijo a EFE Mónica Escaleras, catedrática del Departamento de Economía de la Florida Atlantic University (FAU).
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Graves estragos
Milton fue otro sistema que causó graves estragos, también relacionado con el cambio climático.
Según un estudio que se publicó en la revista Environmental Research: Climate, para 40 de las tormentas, el impulso de los océanos más cálidos hizo que los sistemas crecieran en su categoría.
“Sabemos que la intensidad de estas tormentas está causando mucho más daño catastrófico en general”, dijo el autor principal del estudio, Daniel Gifford, científico climático en Climate Central, que realiza investigaciones sobre el calentamiento global. “Los daños escalan con la intensidad”.
Según el estudio, Helene, Milton y Beryl fueron los huracanes más devastadores del año.
El huracán Beryl se convirtió en el primer huracán de categoría 4 registrado en formarse en el mes de junio. La tormenta luego se intensificó hasta convertirse en el huracán de categoría 5 más temprano registrado en el Atlántico el 1 de julio.
Beryl azotó el Caribe, la península de Yucatán (México) como categoría 2 y luego enfiló hacia Texas, donde tocó tierra en julio y dejó alrededor de 25 muertos en este estado y el de Luisiana.
En noviembre, el huracán Rafael alcanzó los 193 kilómetros por hora y fue casi el huracán de noviembre más fuerte registrado en el Golfo de México, empatando con el huracán Kate en 1985. Rafael tocó tierra en Cuba y azotó la isla mientras intentaba recuperarse de los apagones generalizados causados por el huracán Oscar en octubre.
Brian McNoldy, investigador de huracanes en la Universidad de Miami. declaró que "nunca tuvimos una tormenta tan fuerte como Beryl tan temprano en la temporada en ningún lugar del Atlántico y nunca tuvimos una tormenta tan fuerte como Milton tan tarde en la temporada en el Golfo de México”.
Robert Molleda, meteorólogo a cargo del Servicio de Meteorología en Miami (Florida), alertó a EFE que los huracanes "no son solo viento. Son también muchísima lluvia, marejadas y tornados mortales". "Hay que estar preparados".
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La dana
Y faltaba la dana, en Valencia, que incluso fue la palabra del año elegida por la FundeuRAE.
EFE recordó que "las cifras del peor temporal del siglo registrado en España, que el 29 de octubre azotó el este y algunas localidades del centro y sur del país, dan idea de su magnitud: 230 muertos -222 de ellos en Valencia-, 75 municipios afectados, cientos de miles de damnificados, 25.000 hectáreas anegadas y hasta 771 litros de agua por metro cuadrado en solo 24 horas en las zonas más dañadas".
Y a lo anterior se sumaron las alertas tardías de las autoridades, por lo que la población salió en miles para pedir la dimisión del líder regional.
Incluso durante una visita de los reyes y gobernantes de España se vieron agredidos por los pobladores molestos.
En múltiples ocasiones los manifestantes reclamaron "verdad, justicia y reparación" y denunciaron que, un mes después del temporal, muchas personas todavía no pueden cocinar un plato caliente en sus casas y casi 20 mil alumnos no han vuelto a la normalidad de los centros, indicó EFE.
Y a todo lo anterior se suman los incendios, algunos causados por las altas temperaturas, en sus punto máximo, que se registraron durante el año.
En la Amazonia, por ejemplo, hubo una nube de humo sobre vastas áreas del bioma, que a lo largo del mes de agosto se extendió a otros lugares de Brasil, a miles de kilómetros de distancia, llegando al menos a 11 estados.
También hubo graves incendios en Chile: el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres del país llegó a declarar alerta roja en cinco comunas del país.
El incendio con mayor extensión, de 300 hectáreas, afectó a las comunas de Quilpué y Villa Alemana, según la información del sitio web del Senapred.
También España, Portugal o Turquía fueron varios de los países afectados por los incendios de verano debido a las altas temperaturas, falta de lluvias o, incluso, provocados.
Y se prevé que cada año todos los huracanes sean más fuertes y también el fuego.
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