Calles llenas de perros desnutridos, heridos y enfermos son el reflejo de una ciudad afectada por la crisis económica y la escasez de alimentos , de la cual no escapan los animales que en algún momento formaron parte de una familia.
Costear solo los gastos de alimentación de una mascota se ha convertido en una tarea cuesta arriba, en un contexto de i nflación y escasez de comida para las personas. El kilo de perrarina ( comida para perro ) se encuentra entre 95 mil y 300 mil bolívares. Alimento que tiene una duración de dos a tres días aproximadamente, dependiendo del tamaño y edad de la mascota.
Moisés González, miembro de la junta directiva del área de esterilizaciones de la fundación Red de Apoyo Canino ( RAC ), considera que el alto precio de los alimentos concentrados ha impulsado el abandono de mascotas en Venezuela.
“Lamentablemente nos vemos inmersos en esta coyuntura económica tan difícil y hay gente que, quizá en contra de su voluntad, se ven en la difícil situación de abandonar a su mascota”, dijo González.
El también coordinador de la RAC aseguró que la cantidad de reportes por abandono incrementó significativamente en los últimos dos años. Además, señaló que otro de los motivos que impulsó el abandono de mascotas ha sido el creciente éxodo que vive el país.
“Nosotros medimos el incremento de acuerdo con las solicitudes de ayuda que recibimos. Yo diría que aumentó en un 100% la cantidad de personas que nos escriben, porque ya no pueden tener a sus mascotas debido a que se van del país o porque no cuentan con recursos”, señaló.
REFUERZOS ANUALES
Las consultas veterinarias y las vacunas se han vuelto impagables para algunas personas. Una consulta veterinaria oscila entre 60.000 y 940.000 bolívares, según la zona en la que se ubique el centro de salud.
Nancy González, dueña de tres perras de tamaño mediano, comentó que tiene un año sin vacunar a sus mascotas por la falta de inyecciones y los altos costos cuando las consigue.
“Una vacuna está casi en 5 millones y yo tengo tres perras, no puedo pagarlo”, lamentó la señora en una entrevista exclusiva a El Nacional - GDA .
El médico veterinario Óscar Redondo explicó que los cachorros son la prioridad a vacunar , porque están más expuestos a ser receptores de virus. Mientras que los adultos, al ya haber recibido vacunación a lo largo de su vida, están más protegidos.
El veterinario aclaró que los perros adultos sin recibir el refuerzo anual podrían ser portadores asintomáticos de alguna enfermedad, con el riesgo de contagiar a los cachorros.
Redondo señaló que no hay vacuna triple (la primera que se coloca), de parvovirosis para la giardia, bordetella o para la tos de perrera. Aseveró que los esquemas de vacunación no se cumplen.
ALTERNATIVAS ECONÓMICAS
En vista de los altos precios que tienen los alimentos concentrados (perrarina) las personas han optado por opciones más económicas o, en ocasiones, naturales. Riñonada, bofe o hígado de pollo fungen como alternativas en la alimentación de las mascotas.
Óscar Redondo indicó que algunas personas han optado por preparar sopas improvisadas con arroz, vísceras y árnica o con el grano “pira”. Destacó que el perro es un animal carnívoro por naturaleza; por lo tanto, no hay un alimento que sustituya por completo a la carne o a la perrarina.
La RAC ofrece talleres de alimentación alternativa con asesoramiento veterinario para disminuir el abandono de mascotas, debido a la falta de alimento.
LA RAÍZ DEL PROBLEMA
La organización promueve la esterilización temprana de gatos y perros para controlar la reproducción indiscriminada de animales, así como la adopción de razas mestizas para no contribuir a la compra y venta de mascotas.
“La RAC ofrece jornadas de esterilización en comunidades a precios accesibles. En algunos casos es gratuita, solo para familias de muy bajos recursos”, dijo Moisés González.
González señaló que los refugios públicos y privados están colapsados, por lo que la RAC recibe solicitudes de proteccionistas independientes para brindar “hogar temporal” a los animales.
Para resolver la situación se requiere voluntad por parte de las autoridades. Las organizaciones de apoyo y rescate animal tienen un rango de acción limitado. El abandono se traduce en maltrato y es un problema de salud pública en el que el Estado debe intervenir.
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