Berlín.- La excanciller alemana Angela Merkel reapareció este lunes, tras dejar el poder, y lo hizo para defender su decisión de 2008 de bloquear la inmediata entrada de Ucrania en la OTAN, y rechazar las recientes críticas que le dirigió el presidente ucraniano Volodimir Zelensky .
Zelensky criticó la noche del domingo el “error de cálculo” franco-alemán que condujo durante la cumbre de la OTAN en Bucarest en 2008 a no admitir a su país en la alianza pese a la posición favorable de Estados Unidos.
“Invito a Merkel y a [el entonces presidente francés Nicolas] Sarkozy a visitar Bucha y ver adonde han conducido 14 años de políticas de concesiones a Rusia", dijo, aludiendo a las alegadas atrocidades cometidas contra civiles ucranianos por tropas rusas en esta localidad cercana a Kiev, que las potencias occidentales calificaron de “crímenes de guerra”.
En un breve comunicado divulgado por su portavoz, Merkel, quien ha sido criticada por su política de distensión frente a Rusia y por la creciente dependencia alemana de las importaciones de gas ruso, dijo que “mantiene” la pertinencia de “sus decisiones en relación con la cumbre de la OTAN en Bucarest”.
“En relación con las atrocidades descubiertas en Bucha y otros lugares de Ucrania, la excanciller apoya totalmente todos los esfuerzos del gobierno y de la comunidad internacional para apoyar a Ucrania y acabar con la barbarie rusa y la guerra contra Ucrania” dijo la portavoz.
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Alemania y Francia consideraron que era demasiado pronto en 2008 para que Ucrania -una exrepública soviética, vecina de Rusia- se sumara a la OTAN, y que las condiciones políticas no se daban para ello.
Por su parte, el presidente alemán, Frank Walter Steinmeier, admitió su "error" de apreciación, por haber defendido la necesidad de llevar adelante el gasoducto germano-ruso Nord Stream 2, en sus tiempos como ministro de Asuntos Exteriores.
“Fue claramente un error”, afirmó Steinmeier, según fuentes de la presidencia citadas por la televisión pública alemana ARD.
Steinmeier fue ministro de la Cancillería bajo el socialdemócrata Gerhard Schroeder, entre 1999 y 2005, y luego titular de Exteriores de la conservadora Merkel, entre 2005 y 2009 y luego entre 2013 y 2017, antes de convertirse en presidente por consenso del país.
En su primer periodo, el entonces canciller Schroeder y su aliado político, el presidente ruso Vladimir Putin, suscribieron el acuerdo para la construcción del primer gasoducto, que entró en funcionamiento en 2011.
Fue unos meses antes de la llegada al poder de Merkel, en 2005, tras lo cual Schroeder se puso al frente del consejo de Nord-Stream, puesto que sigue ocupando pese a los apremios actuales para que rompa con Putin.
En 2011, tras entrar en funcionamiento el primer gasoducto, se acordó construir el Nord Stream 2, para incrementar el transporte directo de gas ruso a Alemania, a través del Báltico.
Ese segundo proyecto se mantuvo en pie pese a la anexión de Crimea, en 2014, por decisión de Merkel y sus socios de entonces, los socialdemócratas de Steinmeier.
El actual canciller, el socialdemócrata Olaf Scholz, suspendió finalmente su licencia para su puesta en marcha al día siguiente de la invasión rusa de Ucrania, el pasado 24 de febrero, en medio de fuertes presiones y críticas a la posición demasiado tibia respecto a Moscú.
Alemania ha rechazado categóricamente la posibilidad de embargar las importaciones de petróleo, gas y carbón de Rusia a causa de su fuerte dependencia energética de Moscú.
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agv