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Elay Ershad ha decidido quedarse en Afganistán pese a que el país amanece bajo el control de los talibanes.
Como mujer, las cosas van a cambiar mucho para ella, incluso pese a haber ostentado uno de los cargos más altos de la administración: el de diputada en el parlamento.
Sin embargo, no va a marcharse.
Cree que es el momento de ser responsable ante la población civil, que ahora volverá a vivir bajo un gobierno extremista.
Los talibanes han conseguido hacerse con el control de las instituciones del país en medio de la retirada de las tropas estadounidenses y extranjeras después de 20 años de operaciones militares.
El rápido colapso de las fuerzas gubernamentales permitió al grupo rebelde conquistar las principales ciudades hasta llegar este domingo a la capital Kabul, donde reina el caos y el miedo.
Por la tarde, el presidente, Ashraf Ghani, abandonó el país sin que se conociera el destino de su avión.
Un verdadero líder...
Ershad cree que los políticos que han huido no deberían haberlo hecho.
"Un verdadero líder, nunca abandonaría a su gente", dice en una entrevista radiofónica con la BBC desde Kabul.
"La mayoría de los ministros y la mayoría de los miembros del parlamento ya han abandonado el país. Yo quiero quedarme con mi gente. Es el momento en el que la gente necesita ver honestidad".
"Los talibanes han dicho que ya no son los mismos que en la década de los 90. Dicen que han cambiado y que van a dejar a las mujeres trabajar e ir al colegio".
Lee también: Cómo era Afganistán bajo el régimen talibán en los 90 (y por qué dicen que esta vez será diferente)
"No se puede decir nada si esto sucederá o no, pero la población tiene miedo y tiene necesidades. Así que voy a quedarme al menos para consolarlos", explico a Radio 4, de la BBC.
"No sabemos que va a pasar pero lo primero que tenemos que hacer es ayudar a la población", añadió en la entrevista.
Una exministra con miedo
La exministra de Educación, Rangina Hamidi, es otro de los altos cargos que ha decidido quedarse en la capital.
En conversación con la BBC dice que tiene miedo "como todas las mujeres en Afganistán".
"En el fondo de mi corazón me sigo diciendo a mí misma que no tendré que pagar el precio por ser parte del gobierno. Creo que no he hecho nada malo", afirma.
Pero "ahora podría tener que enfrentarme a unas consecuencias que nunca imaginé".
"Supongo que el precio que pagamos por tratar de hacer de este mundo un poco mejor que cuando llegamos a él, particularmente en Afganistán", dice.
Hamidi cree que a partir de ahora puede pasar cualquier cosa.
De hecho, ha reunido a toda su familia en la misma casa para tratar de sentirse un poco más segura. Está con su hija y sus niños.
"Estamos en un sitio sin muchas ventanas. Esta mañana [por el domingo] oímos disparos. No sabemos si llegaremos a mañana", explica.
Otra de las diputadas que habló con BBC, Farzana Kochai, cree que para las mujeres, la situación es peor de lo esperado.
"Las mujeres serán encarceladas en sus casas, ¿es eso lo que pasará? ¿es así como va a ser? Por ahora sí. Pero veremos si cambia".
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