Washington.— El expresidente de Cuba Raúl Castro y el actual mandatario, Miguel Díaz-Canel, fueron denunciados ante la Corte Penal Internacional (CPI) por someter a condiciones de “esclavitud” a trabajadores cubanos en el exterior, médicos en su mayoría, anunciaron ayer las entidades que presentaron el caso.
La asociación Cuban Prisoners Defenders (CPD) y la ONG Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) radicaron la semana pasada la denuncia ante la fiscalía de la CPI, que ya acusó recibo formal de la petición, dijo Javier Larrondo, fundador de CPD, en rueda de prensa en la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA). Además de Castro y Díaz-Canel, señalados como máximos responsables, fueron denunciados por “crímenes de lesa humanidad de esclavitud, persecución y otros actos inhumanos” los ministros cubanos José Ángel Portal (Salud), Rodrigo Malmierca (Comercio Exterior), Bruno Rodríguez (Relaciones Exteriores) y Margarita González (Trabajo).
La denuncia también fue remitida a diversos comités y organismos de las Naciones Unidas, en particular a la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, y a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Cuba no es firmante del Estatuto de Roma, el documento fundacional de la CPI, que entró en vigor en 2002, pero los demandantes aseguran que la Corte tiene jurisidicción sobre los crímenes de lesa humanidad que atribuyen a las autoridades cubanas, porque éstos ocurrieron y ocurren en países que sí son miembros. En los últimos tres años, al menos 58 Estados parte del Estatuto de Roma acogieron “misiones” cubanas, de acuerdo con la demanda.
La gran mayoría son latinoamericanos, africanos y caribeños, pero también hay cinco de la UE (España, Italia, Portugal, Suiza y Malta).
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, que acogió la conferencia en el marco de su ofensiva lanzada en diciembre pasado para dar “visibilidad” sobre la “dictadura” cubana, advirtió que “decenas de miles de personas son obligadas a vivir en el exterior, sin saber su destino, reteniéndoles sus pasaportes, controlados por agentes de inteligencia y la mayor parte de sus ingresos son confiscados por el gobierno cubano”, dijo. “Es un sistema de esclavitud moderno que no puede quedar impune”.
El vicecanciller cubano Rogelio Sierra tildó de “ridícula” la rueda de prensa “montada” en la OEA “para calumniar a Cuba”.