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Texto: Aída Castro Sánchez
Fotos actuales: Nayeli Reyes y Aída Castro
Diseño web: Miguel Ángel Garnica
Las hermanas Guadalupe y Gloria, anfitrionas de las Tortas Robles, las encuentras de lunes a lunes en su negocio porque ellas casi no descansan. Desde hace varios años, detrás de la parrilla mueven con velocidad y destreza sus manos para preparar una torta a la que untan frijoles, les ponen quesillo con aguacate o milanesa, las preferidas de los comensales, el picante es al gusto.
Las tortas que podrás comer son de huevo, jamón, salchicha, chorizo, queso amarillo, queso blanco, pierna o pechuga. Las tradicionales son las de quesillo con aguacate o con queso de puerco. Las favoritas y las más vendidas son las de milanesa. Si llegas después de las cuatro de la tarde, quizá ya no puedas degustar una porque en menos de seis horas “vuelan” y se acaban.
Las tortas de milanesa que se venden en este lugar se encuentran entre las 10 mejores de la capital, de acuerdo con una lista publicada en 2015. Éstas destacan por su bolillo integral, vegetales encurtidos frescos, la carne que es buena y el queso gratinado crujiente. FOTO: ARCHIVO EL UNIVERSAL
Este antojito mexicano se ha distinguido por el sabor casero que las Robles han dejado en cada una de ellas, acompañadas de unos chiles curados, asados o de la salsa de chipotle. Además, sus precios son accesibles y te puedes encontrar con el trato amable de Gloria y Guadalupe que te harán sentir como en casa.
La tortería se encuentra en la calle de Cristóbal Colón número 1, al poniente de la Alameda Central. La tradición de estas tortas tiene 80 años, cuando el señor Alejandro Robles Gelover, su papá, las vendía en una canasta cerca de la Alameda.
Antes de establecer su primer local en la calle Basilio Badillo, el señor Alejandro Robles vendía sus tortas en una esquina de la Alameda en 1947, negocio que inició casi una década antes. FOTO: CORTESÍA HERMANAS ROBLES
En este lugar comía gratis el más humilde de los voceadores hasta el más encumbrado político, uno que otro ex presidente de la República como Plutarco Elías Calles, Manuel Ávila Camacho y Miguel Alemán, boxeadores, artistas de cine, estudiantes, reporteros y fotógrafos, de acuerdo con una nota que apareció en las páginas de este diario el 5 de diciembre de 1979 donde se destacó la muerte del “amigo de los periodistas”, don Alejandro Robles, quien falleció dos días antes.
El 5 de diciembre de 1979 EL UNIVERSAL publicó la muerte del fundador de las Tortas Robles, Alejandro Robles, “amigo de los periodistas”.
Desde que eran niñas, las hermanas Robles estaban en el local con sus papás Alejandro Robles y Lorena Martínez, quienes tuvieron seis hijos: Alejandro, Arturo, Carlos, Carmen, Guadalupe y Gloria.
En 1979, tras la muerte de don Alejandro su familia se encargó del negocio. Su hijo Arturo preparó tortas hasta que falleció en 2003. Desde entonces Guadalupe Robles atiende la tortería pero este año tuvo que hacer una pausa porque su salud se vio afectada debido a una negligencia médica que le impidió caminar unos meses. Después de su recuperación regresó a preparar las tortas y nos dice: “venda o no venda yo quiero mucho a mi clientela a la que extrañaba”.
Arturo Robles preparó las tortas durante varios años, hasta su muerte en 2003. FOTO: ARCHIVO EL UNIVERSAL
Su hermana Gloria comenta que fue secretaria bilingüe durante dos décadas y que ahora la ayuda con la administración y las ventas de la tortería desde hace ocho años. Ella llega a abrir el local, recibe el aguacate, la carne, los bolillos, el queso y todos los ingredientes para elaborar las tortas.
La señora Guadalupe acude más tarde para continuar con las ventas y así se ayudan hasta las siete de la noche que cierran su local. Además, el señor Roberto las auxilia con varias actividades en el local, ubicado a una cuadra del Metro Hidalgo.
La señora Guadalupe Robles, querida por su clientela, atiende de lunes a lunes. FOTO: NAYELI REYES
El 6 de septiembre de 2018 la Plataforma Vecinal y Observatorio del Centro Histórico nombró a las Tortas Robles Patrimonio Cultural y Gastronómico del Centro Histórico, que tiene como mérito “su labor de nutrir a miles de personas, tanto a la clase trabajadora, popular y estudiantil que visita el lugar”. Este observatorio hizo un llamado para evitar el desplazamiento de los vecinos y cierres de los negocios del Edificio Trevi en donde se encuentran hoy.
En este negocio te puedes sentar a comer y sentirte “acompañado” de Marilyn Monroe, Elsa Aguirre, María Félix, Silvia Pinal, Isela Vega y hasta de Carmen Salinas, cuyas fotografías se encuentran colgadas de la pared, regaladas por varios fotógrafos, quienes fueron clientes y amigos muy estimados por el señor Alejandro, platican sus hijas.
Los comensales desfilan todo el día, en ocasiones consumen varias tortas por sus precios accesibles. FOTO: NAYELI REYES
Francisco Arroyo, reportero durante varios años en EL UNIVERSAL, comenta que “las Tortas Robles son un referente en la Ciudad de México” y desde hace décadas comía en este lugar.
El origen de la torta
De acuerdo con la Enciclopedia de México “las primeras tortas datan de la segunda mitad del siglo XIX y se comen en frío; a una mitad del pan se le unta frijoles refritos y a la otra crema, entre ambas se coloca jamón cocido, queso de puerco, paté”, entre otros ingredientes.
Las tortas, muy consumidas en México, son parte de nuestra gastronomía. Las más antiguas del centro de la capital son las que don Armando Martínez vendía desde 1892, él inició su negocio en el callejón del Espíritu Santo, según escribió Salvador Novo y siguen vigentes en la calle de Humboldt 24.
Las tortas de aguacate con quesillo no pueden faltar en la preparación y venta de las Tortas Robles, el sabor de sus ingredientes y su precio bajo ($22) la hace una de las preferidas de los chilangos. FOTO: AÍDA CASTRO
Sin embargo, una de las más populares entre los chilangos y los fotógrafos de la metrópoli están las que don Alejandro Robles empezó a vender en 1938. “Roblitos en sus años mozos se cayó de un caballo y se lastimó una pierna; en todas las fábricas lo rechazaban y le dio por hacer tortas”, de acuerdo a una nota publicada en Últimas Noticias (1971).
Antes de establecer su primer local en la calle Basilio Badillo número 5, junto al desaparecido periódico El Popular, y después en el número 10 de la misma calle, el señor Alejandro Robles inició la venta de sus tortas en una esquina de la Alameda Central. Su hija Guadalupe nos muestra una fotografía de 1947 donde aparece su papá con una boina y un canasto al aire libre.
Cuando regalaban tortas el Día del Informe y el Día de la Marina
La costumbre del señor Alejandro Robles de regalar tortas el día del Informe Presidencial inició el primero de septiembre de 1942 “cuando llegaron a su negocio de Basilio Badillo varios fotógrafos de prensa, asoleados y hambrientos, luego de cubrir un informe presidencial. Los atendió, no les cobró y juró que mientras viviera, cada año daría de comer gratis a los fotógrafos y reporteros de los diarios capitalinos… y la promesa fue cumplida al pie de la letra”, de acuerdo a una nota que se publicó en EL UNIVERSAL en 1979.
En la imagen de 1961 se ve a unos jóvenes que observan un aviso colocado afuera de las Tortas Robles, el cual, informa que sólo habría servicio hasta el mediodía porque después sería “exclusivo para fotógrafos de la prensa nacional” que cubrió el III Informe del Presidente Adolfo López Mateos. FOTO: ARCHIVO EL UNIVERSAL
A sus 91 años el fotógrafo Jesús Fonseca, decano de esta casa editorial nos comparte que hace más de 50 años comía tortas en este lugar el día del Informe. “No había negocios de comida abiertos y el señor Alejandro nos regalaba una torta. El pan era muy bueno y con unas embarradas de aguacate, además echábamos trago”.
En retribución los profesionales de la lente que trabajaban en varios diarios capitalinos le regalaban una fotografía de algún personaje que ellos habían retratado y el señor Robles la colocaba en la pared de su negocio. Cuando sus hijos se hicieron cargo del negocio ya no era lo mismo, no era el mismo ambiente”, lamentó Fonseca.
Los profesionales de la lente fueron amigos del señor Alejandro Robles, quienes acudían a comer tortas y también le regalaban una foto de personajes como María Félix o Marilyn Monroe, las cuales están colgadas en una de sus paredes. FOTO: CORTESÍA HERMANAS ROBLES
Otro comensal que recuerda haber estado en ese lugar por aquellas fechas es el reportero Francisco Arroyo. “Los Informes Presidenciales de López Mateos, Díaz Ordaz y Echeverría eran muy largos, durante todo su discurso no pasaba nada, y entonces te daba tiempo de echarte una torta”.
Muchas de las personas que comen en este lugar platican con las hermanas Robles, mientras ellas les preparan una torta. El señor Héctor Morales les comenta que desde hace más de 50 años comía tortas cuando las preparaba el señor Alejandro, mientras estudiaba en la Vocacional 5.
“Me gustaban las de aguacate con quesillo, con cinco pesos me podía comprar tres. En aquellos tiempos casi puro estudiante venía a las tortas”, recuerda con nostalgia mientras pide una con unos chiles “toreados”.
La señora Lupita, como le dicen de cariño a Guadalupe Robles, hace una pausa en su labor y nos explica que también el Día de la Marina su papá regalaba tortas, pero no recuerda la fecha en la que esta costumbre inició.
De sus archivos personales ella nos muestra el ejemplar número 113 de la revista ¡Noble Estirpe!, editado por la Secretaría de Marina, en donde el capitán en retiro Marcelino González Ubiarco escribió el texto: “Tortas Robles”, quien recuerda que en 1948 él y sus compañeros marines acudían a comer una torta por la que pagaban quince centavos.
#Tortatlón
Las Tortas Robles están abiertas casi todo el año, excepto algunos días festivos. Desde la década de los años noventa, frente a la Plaza de la Solidaridad, se encuentra este negocio y otros locales de alimentos como el Café Trevi o el Café Denmedio que pertenecen al edificio Trevi, lugar que en marzo de este año fue vendido y por ello el local de las hermanas Robles estuvo en peligro de cerrar sus puertas a partir de enero de 2019.
El 6 de septiembre en las Tortas Robles se organizó el #Tortatlón, evento en el cual se regalaron tortas durante cuatro horas para promover la importancia y la tradición del lugar y hacer visible la problemática que les afectaba.
Gran asistencia se registró la tarde del 6 de septiembre pasado cuando en las Tortas Robles regalaron tortas por casi cuatro horas. FOTO: AÍDA CASTRO
Gran parte del Centro Histórico está en proceso de gentrificación, es decir, al lugar llegan personas con más ingresos y desplazan a los residentes y comerciantes de la zona, expusieron representantes de la Plataforma Vecinal y Observatorio del Centro Histórico el día que se realizó el #Tortatlón para visibilizar el desplazamiento de vecinos y el cierre de negocios.
Varios comensales consultados señalaron que “a donde se vayan estas tortas las van a seguir consumiendo”. Sin embargo, Lupita Robles compartió a este diario que ya no se saldrán del edificio Trevi porque firmó un contrato con los nuevos dueños y habrá tortas para rato.
Los chiles de árbol, sazonados con aceite, sal y un poco de limón, son característicos de las Tortas Robles y demandados por los comensales. FOTO: AÍDA CASTRO
La fotografía comparativa antigua es del 2002 y pertenece a nuestro acervo fotográfico. En ella aparece Arturo Robles, uno de los hijos del fundador de las Tortas Robles. La fotografía comparativa actual fue tomada por Nayeli Reyes.
FUENTES:
Archivo y Hemeroteca de EL UNIVERSAL.
Entrevistas a Guadalupe y Gloria Robles, propietarias de las Tortas Robles comensales y vecinos de la zona.
Fotos cortesía de las hermanas Robles.
Historia gastronómica de la Ciudad de México, de Salvador Novo (Porrúa 1979)
“10.950, 000 Sabrosas tortas”, texto publicado en Últimas Noticias, el 14 de enero de 1971.
Enciclopedia de México.
https://www.eluniversal.com.mx/entrada-de-opinion/colaboracion/mochilazo-en-el-tiempo/nacion/sociedad/2016/08/27/las-tortas-que