metropoli@eluniversal.com.mx

El Día de la Madre en la Ciudad de México se festeja. Algunas, rodeadas de sus hijos y nietos en restaurantes, con serenatas, cenas en casa con pastel; mientras otras, las reclusas de Santa Martha Acatitla, por ejemplo, recibieron un ramo de rosas.

En la zona centro hubo un desfile de familias en el que siempre la madre fue el centro de atención. Iban maquilladas, con vestidos floreados y zapatos de tacón.

Irma Navarro, ama de casa y próxima maestra de tae kwon do, llegó al filo del mediodía a un restaurante en la calle de Madero. Ese que se ubica en la Casa de los Azulejos.

De la mano de su sobrina, una pequeña con una diadema de flores, subió al primer piso del lugar para encontrarse con su familia, que degustaba del almuerzo.

“Vengo a festejar a la jefa de jefas y a mi suegra también, junto con mi esposo y mis cuñados”, dice antes de sentarse a la mesa.

Ella tiene dos hijas, una de 17 y otra de 19 años. Este 10 de mayo, su familia y la de su esposo se reunieron para entre otras cosas, complacer a su suegra Lidia.

“Por parte de mi esposo son muy amantes de venir a lugares así porque le traen recuerdos a mi suegra, y con mi mami, pues la tradición de la familia es estar en casa. En un rato vamos con los nietos y a festejar al pilar de la familia”, explica Irma.

Mientras camina hacia su sitio, la festejada dice que en estos últimos años ha notado que el rol de la madre se valora más, lo que le da gusto.

“Hoy en día empieza a ser reconocida, yo creo que anteriormente no lo era, pero falta mucho porque hay una diferencia entre la educación de las mamás de antes y las actuales”.

Doña Lidia resume su rol de madre y abuela de 13 nietos con una frase: “Lo más importante es que ellos estén bien, si lo están, yo lo estoy”.

Bertha a la vez comenta que una madre mexicana siempre es trabajadora, aunque a veces se enfermen como ella, “con el amor de todos seguimos adelante”, dice.

Un 10 de mayo en el reclusorio. Aunque no llegaron chocolates y mariachis, no hubo festivales ni manualidades, las mujeres privadas de su libertad que son mamás en los centros femeniles de reinserción social Santa Martha y Tepepan, pudieron celebrar.

El viernes, las internas tuvieron la oportunidad de observar presentaciones de la rondalla Santa Martha, el ballet Nuevo México, espectáculos de danza aérea y payasitas.

Participaron en una misa ofrecida por el obispo auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México, monseñor Salvador González, organizada por la Pastoral Penitenciaria.

Hazael Ruíz, subsecretario del Sistema Penitenciario en la Secretaría de Gobierno, dijo que todas las mamás festejadas recibieron de regalo rosas, las cuales fueron donadas por locatarios del mercado de Jamaica.

En la Ciudad de México hay mil 255 mujeres privadas de su libertad, de las cuales 76.6% es mamá. Asimismo, 61 mujeres de Santa Martha viven con sus hijos.

Señaló que la gran mayoría de mujeres en reclusión que son mamás no dejan de contribuir con el desarrollo de sus hijos, aún cuando están en prisión y ellos en libertad.

Según datos del Sistema Penitenciario indican que sólo tres de cada 10 mujeres en prisiones de la Ciudad recibe visitas constantes.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses