Usuarios de la Línea 4 del Metrobús descienden de las unidades en Buenavista y San Lázaro sobre los carriles y entre camiones ante la falta de capacidad de las estaciones, situación que los coloca en peligro de ser arrollados.

EL UNIVERSAL recorrió las terminales San Lázaro y Buenavista de la Línea 4. En ambas se observó que las unidades no llegan a la estación para descender a los pasajeros, sino que lo hacen sobre carriles centrales.

En Buenavista, el Metrobús informó en redes sociales que para seguridad y beneficio de los usuarios, se ultiman detalles para el nuevo descenso seguro de la terminal de la Línea 4 dentro del Centro de Transferencia Modal (Cetram) Buenavista, que iniciará a partir del 19 de febrero.

La señalización que indica el retorno que deberán seguir los camiones para acceder al Cetram Buenavista ya es visible.

En San Lázaro los camiones no llegan a la terminal, se detienen metros antes, lo que ocasiona que los pasajeros caminen sobre el arroyo vehicular, sorteando otras unidades de Metrobús, RTP y autos particulares.

“Hay que tener mucho cuidado”

Rosa Hernández es una comerciante de la tercera edad que descendió del Metrobús en Buenavista con una carretilla. “Hay temor, pero es lo que se tiene. El taxi me cobra 300 pesos y no tengo para costearlo, así que hay que usar este transporte”, dijo.

Antonio Cervantes también descendió en Buenavista con unos bultos. Al bajar se le cayeron sus paquetes, lo que ocasionó que por un momento se quedara sobre el carril sorteando los camiones. “Me tuve que apurar, si no viene el otro camión y me plancha. Es inseguro y hay que tener mucho cuidado al bajar”.

Mientras que en San Lázaro, sobre la avenida Eduardo Molina, Pedro Saúl Garduño dijo que “deben poner un andén para que bajen al pasaje, que mejoren la estación para el ascenso y descenso. No hay para dónde hacerse”.

Respecto al choque entre dos unidades la noche del martes, en avenida Hidalgo y Paseo de la Reforma, el Metrobús informó que, de acuerdo con datos preliminares, la colisión se dio a una velocidad no mayor a 20 km/h. “Es importante mencionar que en la revisión médica hecha a los operadores, no se presentaron signos de haber consumido alcohol”.

De las 20 personas lesionadas, solamente dos de ellas permanecen hospitalizadas, ninguna de ellas de gravedad.

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