Debido a la reparación de dos socavones sobre la calzada Ignación Zaragoza, los automovilistas y vecinos piden que se aceleren los trabajos.
“Si no se apuran, en las mañana y en las tardes será súper complicadísimo. Estamos rogando para que ya no llueva o nos hundimos todos”, afirma una habitante de la zona.
El temor de los automovilistas es que se siga expandiendo el hoyo porque esa avenida es usada todo el tiempo por camiones pesados.
“Estamos ya pensando en tomar otro camino, la bronca es que aquí pasa puro tráiler y camión que salen o llegan a la Central de Abastos o se van rumbo a Puebla, entonces eso sigue ablandando la tierra”, dice Rodrigo, mientras personal de la Secretaría del Agua trabaja en las oquedades.