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david.fuentes@eluniversal.com.mx
Poco más de 600 integrantes de la Caravana Migrante, que pernoctaban en el estadio Jesús Martínez Palillo, en la Magdalena Mixhuca, fueron trasladados la mañana de ayer a la Casa del Peregrino, ubicada en la alcaldía Gustavo A. Madero, por tal motivo, el complejo deportivo queda por el momento desmantelado para esos fines.
Pues aunque los migrantes seguirán transitando por la Ciudad, las autoridades consideran que habrá “flujo normal” en las movilizaciones.
Explicaron que el traslado de los migrantes tiene dos motivos: el primero, protegerse de las bajas temperaturas que han azotado la capital durante los últimos días; el segundo, tener una mejor coordinación y logística para su beneficio, ya que el estadio Jesús Martínez Palillo estaba muy grande para los pocos migrantes que ahí se refugiaron.
“De entrada, este lugar tiene capacidad para 6 mil personas, estamos con 10% [de su abastecimiento]; este tipo de cosas también conllevan problemas operativos. Lo otro es el frío. Por más que estén las carpas, que tengan su tarima, el frío está muy fuerte y necesitábamos un lugar techado. El Palillo recuperará su vocación de estadio.
“¡Ojo!, estas dimensiones de caravana las hemos tenido en la Ciudad, hasta la que se anuncia ahora va a salir de El Salvador, e igual son 150 personas; este tipo de flujos son más cotidianos para la Ciudad. En el albergue del peregrino estarán hasta el día viernes y, finalmente, como les comentó el Padre Solainde, [él] está viendo la distribución”, comentó la presidente de la comisionada capitalina de los Derechos Humanos (CDH), Nashieli Ramírez, mientras coordinaba el traslado.
Para mover a los 600 migrantes centroamericanos, se utilizaron 20 autobuses de la Red de Transporte Público (RTP), proporcionados por el Gobierno de la Ciudad de México, los cuales fueron abordaron en grupos de 40 y vigilados por elementos de Seguridad Pública. El traslado empezó poco después de las 10:00 horas, una vez que los caminantes terminaron de desayunar.
A decir de los encargados de coordinar la Caravana Migrante y de las autoridades capitalinas, se estima que los centroamericanos permanezcan por lo menos una semana en la Casa del Peregrino.
La CDH agradeció la participación de diversas autoridades y alcaldías, por haber alimentado a los indocumentados durante el tiempo que estuvieron en el complejo deportivo.
“En este caso, no obstante, van a estar en la Casa del Peregrino, se les seguirá asegurando la alimentación, la salud y servicios para los niños, pero no en las dimensiones en que lo vimos aquí, sino además acercándonos a la Casa del Peregrino.
“Ahora ustedes van a seguir viendo flujos de 20 [personas], 30 [individuos], los flujos normales que de repente no vemos como sociedad, pero que ahí están. Yo creo que además, y el mensaje sí es muy claro: vean esto y vean a Tijuana y vean lo que es darle rostro humanitario, rostro de derechos humanos a un proceso de movilidad humana. O sea, esa es la diferencia”, concluyó la comisionada local de los Derechos Humanos.
