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Nezahualcóyotl, Méx.— Después de estar en prisión durante 16 años por la muerte de su nieta, crimen que no cometió, Virginia “N”, una mujer de origen mazahua, obtuvo su libertad al ser incluida como beneficiaria de la Ley de Amnistía del Estado de México.
La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), Myrna Araceli García Morón, dijo que la liberación de Virginia se concretó con base en el pronunciamiento para la solicitud de amnistía, facultad encomendada en el artículo 4, fracción XII de la ley de la materia, reservada a los organismos de derechos humanos y cumpliendo así su objetivo, al dar prioridad a la perspectiva de género.
Virginia fue sentenciada a 43 años de cárcel por el asesinato de su nieta de cinco años.
Las autoridades de la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado de México la acusaron de haberla azotado contra el piso y por eso murió, pero la autopsia reveló que el cuerpo de la niña no tenía signos de violencia, sino una herida provocada por una caída accidental, la causa por la que perdió la vida en 2006.
En ese entonces Virginia no hablaba español, no sabía leer ni escribir y la obligaron a firmar una declaración en la que aceptaba su culpabilidad, por eso le dieron esa condena.
Al estar recluida por un delito considerado grave no podía ser beneficiaria de la Ley de Amnistía, pero como esa normatividad es la única en todo el país que permite que una persona privada de la libertad, incluso ya sentenciada, la solicite, a partir del pronunciamiento de un organismo público defensor de derechos humanos, como la Codhem, así se hizo y un juez la decretó, por lo que obtuvo el perdón y el olvido de la acción penal, explicó García Morón.
Luego de recibir la solicitud de amnistía para Virginia, se determinó que el caso debía ser minuciosamente revisado con perspectiva de género y de derechos humanos.
“Al observar que se presentaban las condiciones que constituyen los supuestos de excepción previstos en la ley de la materia, como criterios sospechosos sobre categorías que debieron ser tomadas en cuenta durante el proceso penal y los factores de vulnerabilidad, entre ellos, ser mujer, ser hablante de lengua mazahua, carecer de escolaridad y ser víctima de violencia familiar y de género; por esa razón se remitió al juez competente la propuesta para su análisis”, mencionó.
“Este 6 de abril de 2022, el organismo defensor mexiquense celebra que Virginia obtuvo su libertad, superando las condiciones de vulnerabilidad, las injusticias y la violación a sus derechos humanos y fundamentales, que durante 16 años la mantuvieron alejada de sus hijos, de su familia y de su pueblo originario”, indicó la comisión.
De los 43 años de cárcel que le impuso el juez por homicidio en grado de parentesco, a Virginia le quedaban por cumplir otros 27 años en el penal Neza Bordo, donde pasó los últimos 16 años de su vida, sitio en el que elaboraba pinzas de ropa en el taller.
“La realidad de Virginia al momento de su detención, las acciones y las omisiones de las autoridades, así como la sentencia, fueron causa de la pérdida de su libertad por firmar una declaración que no entendió, que no pudo leer y que no le fue explicada”, señaló el organismo mexiquense de derechos humanos.
Al salir de la prisión estatal la esperaban sus familiares, con los que se fundió en un abrazo emotivo, además de personal de la Segunda Visitaduría General de la Codhem, encabezada por Juan Antonio Laredo Sánchez, quienes se congratularon porque fue dejada en libertad.