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“Mis hijas ven los ataques y la confrontación que existe (en las marchas) y saben que es su mamá la que está detrás de ese escudo, la que está siendo agredida”, comenta la policía Addy Huerta, una de las uniformadas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) encargada de resguardar las protestas feministas. Sin embargo, es directa en sus palabras: “ante agresiones nosotras vamos a dar apoyo”.
“También somos madres, tenemos padres y hermanos y también tenemos personas que en algún momento han sido víctimas de la violencia de género. Somos empáticas, ellas están en su calidad de víctimas y piensan que van a ser agredidas por la Secretaría de Seguridad Ciudadana, y no”, relata la uniformada en entrevista con EL UNIVERSAL.
Al lado de ella se encuentra la policía Erika León Cruz, adscrita a la Unidad de Protección Ambiental, y cuyo rostro, irritado, con lágrimas sobre los ojos, ha dado la vuelta con innumerables mensajes en las redes sociales.
Cuenta que las lágrimas eran por los ataques y la situación que se vivían en medio de la marcha. Desmiente los mensajes que circulan en redes sociales, pues dice que en el momento en que fue fotografiada muchas mujeres la insultaban y otras manifestantes le ofrecían ayuda.
Sus lágrimas no fueron porque una manifestante le estuvieran contando sobre una agresión sexual sufrida en su infancia, sino por el enfrentamiento y situación que se había desencadenado el pasado lunes durante la marcha por la legalización del aborto.
“Se nos acercaron muchas personas de una forma a insultarnos, otras a apoyarnos. Las lágrimas eran por el momento que estábamos viviendo”, replica la oficial.
Ambas coinciden en que como mujeres están en contra de la violencia contra las mujeres, y que esa visión no cambia a pesar de portar el uniforme de la policía capitalina. Y refieren que las manifestantes deben darse cuenta de que detrás del uniforme policial, “hay una mujer formada”.
“Nosotras vamos a estar aquí (apoyando) el tiempo en que dure esto”, asegura la policía Erika, mientras que Addy, señala: “vamos a resistir, vamos a estar apoyando la marcha desde el punto de vista profesional, el tiempo que sea necesario”.
Las policías aseguran que los protocolos implementados son efectivos para acompañar las manifestaciones feministas; que están preparadas para este tipo de expresiones violentas y otras situaciones en donde corran riesgo, pero que no van a agredir ninguna causa social.