Nezahualcóyotl, Méx.— El 4 de septiembre pasado, ante el presidente Andrés Manuel López Obrador y la entonces gobernadora electa Delfina Gómez Álvarez, entre otros invitados, el aún gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza, dio a conocer en su Sexto Informe que se habían sustituido 200 kilómetros de tubería de la red de agua potable de Ciudad Nezahualcóyotl, una obra que llevaba más de 40 años pendiente. Y sigue pendiente.
El que en su momento fue considerado como el proyecto hidráulico más importante en su tipo, no sólo de la entidad, sino del país, al que se asignaron más de 2 mil millones de pesos, no se ha concluido y no ha resuelto los problemas de abastecimiento en el segundo municipio más poblado del Estado de México.
“Nada, absolutamente nada está en funcionamiento, ni un tramo siquiera, no tenemos interconexión de la red, la que está operando es la misma infraestructura que hemos tenido desde siempre”, dijo el alcalde morenista Adolfo Cerqueda.
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El cambio de las redes inició a finales de 2018, más de un año después de los sismos de 2017 que causaron daños irreversibles a las tuberías de por sí obsoletas.
Desde entonces se agravaron los problemas de abastecimiento para casi 2 millones de habitantes de ese municipio metropolitano, que antes de los sismos ya de por sí sufrían para contar con líquido en su casa.
Rafael Díaz Leal Barrueta, extitular de la Secretaría de Obra Pública estatal, dijo al comenzar el proyecto que con la culminación de esas obras —lo que ocurriría en agosto de 2019— se recuperaría 40% del agua que se pierde en fugas por las deficiencias que se presentan en la red hidráulica de Ciudad Neza, que tiene más de 50 años de antigüedad.
“Podríamos estar en condiciones de asegurar que para el próximo año que termine esta obra la eficiencia física de la red de agua potable del municipio de Nezahualcóyotl, sin duda, será infinitamente superior a la que tenemos hoy en día, por lo que se reduce el riesgo de las fugas”, comentó en noviembre de 2018.
A la obra se destinaron más de 850 millones de pesos provenientes del Fondo Nacional de Desastres (Fonden), al que tuvo acceso el municipio después de que fue declarado zona de desastre por la Federación por los daños que se registraron durante los sismos y derivado de protestas en exigencia de que se atendieran las afectaciones.
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A casi seis años del inicio del proyecto las empresas contratadas por la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM) dejaron de trabajar en los 15 macrocircuitos en los que está dividido el territorio local.
“Las empresas dejaron de operar, yo lo señalé desde antes de la elección pasada, las empresas ya no estaban operando, por ahí de abril o mayo tenían mayor presencia, pero en julio ya no estaban trabajando, desconozco cuál es el proceso jurídico que el gobierno estatal haya implementado para el proyecto”, contó el edil.
Primera entrega del proyecto
El 23 de septiembre de 2020, en plena pandemia por el Covid-19, se realizó un evento en Nezahualcóyotl, encabezado por el gobernador Alfredo del Mazo para anunciar la entrega de la obra hidráulica.
“Es una obra muy importante, donde se invierten más de mil millones de pesos, se sustituyen más de 200 kilómetros de red de agua potable que van a beneficiar de manera directa a cerca de un millón de personas que viven en el municipio de Nezahualcóyotl”, informó.
Presente en el evento, el entonces alcalde, Juan Hugo de la Rosa le respondió que la red sustituida no podía ponerse a funcionar porque faltaban obras que tenían que concluirse y reprochó que el proyecto original de sustitución de la red hidráulica era de 280 kilómetros.
También señaló que el gobierno local había asignado hasta entonces más de mil 200 millones de pesos para el cambio de tuberías dañadas, que en suma representan 28% de la red total de Neza.
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Obras sin concluir
El proyecto contemplaba también la construcción de plantas potabilizadoras, plantas de rebombeo, perforación de nuevos pozos, lo que significaba 40% del sistema hidráulico que es de mil 200 kilómetros, con lo que zonas que por años han sufrido desabasto resolverían su problema de suministro.
Desde 2016 se realizó un diagnóstico de la forma en la que se distribuía el agua en todo el municipio y se lograron identificar las zonas con problemas de abastecimiento.
La falta de caudal suficiente, la antigüedad de la red hidráulica que se instaló desde la creación de Neza hace más de 50 años, que genera fugas de casi 40% de lo que debería llegar a las casas de los habitantes, fueron los principales problemas detectados.
En un recorrido que realizó EL UNIVERSAL con personal del Organismo Descentralizado de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (ODAPAS) se comprobó que en algunas calles hay tubos de polietileno sueltos, que sobresalen de la carpeta asfáltica, los cuales no están debidamente conectados a la red hidráulica.
Además, hay cajas, registros, tomas y espacios en los que se encuentran las válvulas que no sellaron de manera adecuada, lo que provocó numerosos accidentes de conductores de automóviles, motocicletas y de peatones.
Ante el reclamo de la ciudadanía, el gobierno local tuvo que taparlos con material, pero tendrán que abrirse otra vez para que se concluyan los trabajos. En algunos puntos fueron los propios vecinos los que le echaron cemento.
Gota a gota
Neza debería recibir de la línea maestra de abastecimiento casi 700 litros de agua por segundo, pero en realidad le manda la CAEM menos de 400 litros por segundo y en ocasiones hasta 350 litros.
Samuel García vive en la colonia Juárez Pantitlán, un día o dos a la semana tiene agua en su red doméstica. “No tengo cisterna en la casa, entonces tengo que llenar tambos o cubetas cuando cae y almacenarla. Con la bomba subo el agua al tinaco para que nos bañemos y para el sanitario, pero se nos acaba rápido y así hemos estado desde hace varios años”, contó.
Ramona Gutiérrez es vecina de la colonia Loma Bonita y ella tiene que pedir pipas, porque casi nunca tiene agua en la tubería de su vivienda. “Los problemas más severos empezaron desde 2017 por los sismos, se tronó la tubería de toda la zona y no teníamos agua, luego empezaron las obras, según, para resolver toda la falta de agua, pero seguimos igual o peor, entonces no vemos para cuándo mejore todo esto que está pasando”, relató.
“La crisis está canija y se pondrá peor, según vemos en las noticias, qué le vamos a hacer, no nos queda más que cuidar la poca agua que tenemos ahora, racionarla y no gastarla, porque mañana no sabemos si tendremos, hay que ser conscientes, como ciudadanos no solamente le debemos echar la culpa a las autoridades, nosotros somos los que tenemos que ser los más responsables, porque al final somos los que sufrimos por la falta de agua”, expresó Mariana Fuentes, residente de la colonia Pavón.