“Me acerqué, vi al joven sobre el toldo y al conductor del micro dentro. Ya estaban varios compañeros y una grúa MAC. Nos organizamos para ver cómo sacar los vehículos. Tomé la decisión de meterme entre las aguas negras”, relató Fernando Rosales, elemento de la Secretaría de Seguridad Ciudadana () de la Ciudad de México adscrito a la zona oriente de Tránsito, quien la tarde del jueves, hace una semana, auxilió a dos conductores atrapados dentro de sus autos en un bajopuente .

Cerca de las 16:30 horas, Fernando iniciaba su turno cuando recibió el llamado de emergencia, un bajopuente en Eje 1 Norte y Río Churubusco, en la colonia Agrícola Pantitlán, en la alcaldía Iztacalco, estaba completamente inundado. Al llegar encontró al conductor de una camioneta Lincoln en el toldo; a unos metros, un microbús se había detenido, su chofer estaba adentro. El nivel del agua le llegaba al cuello a los rescatistas.

Fernando comentó que la corriente era fuerte, el agua fría y el piso era inestable y resbaloso.

Lee también

“No sabía si había coladeras abiertas o algún objeto punzante. Pero no pensé en eso. Sólo quería ayudar. En ese momento no piensas en tu familia ni en lo que puede pasar, sólo en la persona que necesita apoyo”.

Junto a su compañero, aseguraron la camioneta y lo que seguía era ayudar al joven. “No sabía nadar o tal vez tenía miedo. No quise preguntarle, sólo me enfoqué en llevarlo a un sitio seguro”, describió Rosales, quien lo cargó sobre sus hombros, caminando con dificultad por el agua que le llegaba al pecho. Todo quedó grabado.

Minutos después, entre abrazos y agradecimientos, el joven rescatado reconoció el valor del policía. “Me dio un abrazo fraternal, me agradeció sinceramente. Nunca imaginó que alguien se metería por él. Eso, para mí, fue lo más valioso del día”, destaca.

Lee también

Fernando tiene 29 años en la corporación. Comentó que ingresó a los 19, movido por la curiosidad y el deseo de contribuir. Comenzó en lo que entonces se conocía como la Unipol, recorriendo distintos sectores hasta que llegó a Tránsito, donde ha permanecido más de dos décadas.

El oficial de la Subsecretaría de Control de Tránsito manifestó que servir a la ciudadanía no es una consigna, sino una vocación.

Sobre la preparación para atender emergencias, dijo que ha tomado cursos básicos de natación y primeros auxilios. “No soy profesional, pero sé nadar, y eso puede hacer la diferencia”.

Con 29 años en las calles, Fernando ha visto de todo, pero pocas le han dado tanta satisfacción como el abrazo que recibió aquel día. “Eso no se olvida. Saber que alguien volvió a casa gracias a ti no tiene precio”.

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Comentarios