Miles de fieles acudieron al templo de San Hipólito, en el Centro de la Ciudad de México, para celebrar en su fiesta anual a , patrono de las causas difíciles. Y ahí, por igual, le hicieron peticiones y le dieron las gracias por los favores recibidos.

Los colores verde, amarillo y blanco, que identifican la ropa del santo, pintaron este 28 de octubre, además estatuas enormes de San Judas destacaron entre la multitud que abarrotó desde este domingo el recinto.

Muchos fieles fueron a pedirle un milagro, como Sergio, quien narró que hace 10 años su hermano Juan fue secuestrado y a la fecha sigue desaparecido.

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Axel, de 20 años, llegó a San Hipólito con dos esculturas del santo para agradecer su libertad y pedirle que lo oriente en su vida. Foto: Luis Camacho
Axel, de 20 años, llegó a San Hipólito con dos esculturas del santo para agradecer su libertad y pedirle que lo oriente en su vida. Foto: Luis Camacho

“A mi carnal me lo levantaron en Ecatepec hace 10 años y desde entonces vengo a rezarle y pedirle a San Juditas que nos lo regrese”, relató Sergio, ataviado con una casaca con la imagen del santo.

Otro caso es el de Axel, de 20 años, quien acudió al templo con dos estatuas de San Judas para pagar una manda, le pidió que lo guíe para conseguir un trabajo honesto.

“Era chamaco y me gustaba la vida fácil, pero San Juditas me ayudó a encontrar el buen camino, por eso vengo a buscar su guía”, describe quien carga las esculturas llenas de collares de lentejuela y flores.

Miles de personas se dan cita en la fiesta anual donde se celebran misas y le cantan los mariachis. Foto: Luis Camacho
Miles de personas se dan cita en la fiesta anual donde se celebran misas y le cantan los mariachis. Foto: Luis Camacho

Miles de peregrinaciones llegaron a San Hipólito, donde el tronar de los cohetes se confundió, por momentos, con las canciones que entonaban los mariachis.

Durante la celebración, la familia Valencia llegó desde Texcoco para repartir tacos de canasta a los fieles. Arribó en una camioneta color blanco y en la parte trasera una figura de San Judas Tadeo amarrada con un lazo.

“Venimos como manda a regalar los taquitos de canasta para pedir por más trabajo y salud, es una donación que hacemos con mucho cariño a nuestro patrón para que nos siga bendiciendo y agradecerle por un año más de abundancia”, explicó Ernesto Valencia mientras repartía tacos de canasta desde su camioneta.

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Otros que asisten desde hace 25 años a San Hipólito son la familia García. El patriarca les dejó como legado que realicen cada año una ofrenda con danzantes, incienso, reliquias y taquiza.

“Hoy cumplimos 25 años desde que mi padre comenzó a contratar danzantes y pagar una manda por la salud de su familia, nosotros seguimos con su legado y cada año se acercan más danzantes a la causa”, expuso Óscar.

Desde temprano, hubo cortes a la circulación sobre las laterales de Paseo de la Reforma y avenida Hidalgo. El servicio de transporte público Metrobús, de la línea 7, se vio interrumpido por el arribo de feligreses. Nada detuvo la celebración de San Judas.

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