Al concluir una gira de trabajo en la Ciudad de México,

apunta los aspectos generales de su posicionamiento frente a la consulta de , a celebrarse este domingo, la cual, asegura, “nos transporta de una democracia rígida y estrictamente procedimental a una dinámica, participativa y permanente”, comenta.

Entrevistado por

, el ex presidente del partido Redes Sociales Progresistas (RSP) lamenta que pocos valoren la importancia de éste nuevo instrumento de Estado, “el cual constituye un salto cualitativo de la democracia, donde el ciudadano tiene la posibilidad de intervenir de forma cotidiana en diversos temas de interés público”, señala.

Es importante entender, expresa, que este modelo de democracia participativa, se ha discutido académicamente por varias décadas (Bobbio, Bovero, Fernández Santillán y muchos otros maestros de la transición y la democracia, dan cuenta de ello).

Incluso, dice, el tema del referéndum, el plebiscito, la iniciativa popular y la Revocación de Mandato, han sido instrumentos abordados en el Foro de Sao Paulo y ejecutados desde 1989 en Porto Alegre, Brasil, como es el caso de las rondas de Presupuesto Participativo que, por cierto, en la Ciudad de México también se implementa junto con los órganos de representación vecinal.

“Toda esa batería de reformas constitucionales en cada país, se ha depurado y actualizado con la idea del consolidar la figura del ‘ciudadano total’; es decir, el ciudadano que no solo vota cada tres o seis años, sino el que influye en todas las decisiones, a diferencia de la idea oligárquica de la derecha, donde solo unos pocos deciden el rumbo de pueblos enteros”, comenta.

Detalla que la democracia debe ser una forma de vida, que transverse todos los ámbitos sociales, culturales, políticos, sociales y culturales.

El debate conceptual sobre gobernanza y participación ciudadana, explica, ha sido un tema permanente de los demócratas de diversos partidos políticos (no solo de las izquierdas, sino de todas las ideologías), de organismos civiles por la democracia y de varios movimientos sociales, que en las calles han conquistado derechos varios.

“En resumen, la revocación de mandato y los otros instrumentos de democracia participativa, son un logro de todos y de todas, no una concesión graciosa del gobierno en turno, aun cuando sea a ésta administración la que le tocó inaugurar dicho instrumento”, destaca.

-¿Votar o no votar?

-Hoy, la Revocación de Mandato ya es una realidad legal e institucional en nuestro país. Es importante ejercerla sin miedo, sin vacíos opositores y sin excesos oficialistas. Es vital ejercer el voto en libertad, informados y respondiendo a nuestro interés colectivo y no a los intereses económicos creados o derrumbados.

En éste marco, añade, hay que luchar por la revocación de mandato para cada servidor público electo por voto universal, libre y directo, “para no cargar con lastres y onagros que poco ayudan al desarrollo nacional”, comenta.

“La oposición ha llamado a no votar y el Gobierno se empeña en llamar hacerlo, por lo que es justa esta absurda lucha de contrarios, lo que no permite el desarrollo pleno de la democracia, aprender a disentir, porque estar en desacuerdo también es democracia y debemos encontrar los canales para que todas las voces sean tomadas en cuenta, en vez de que una voz pisotee a otra”, apunta.

Sin embargo, considera que “el alebrije” opositor, no encuentra un discurso rentable electoralmente, ni una oferta atractiva y alternativa para el electorado, pues solo se limita a ser reactivo a todo lo que plantea López Obrador.

Aclara que la capacidad de convocatoria ciudadana de la oposición, “es prácticamente nula y estamos frente a una minoría activa de derecha, financiada desde el exterior, cuyo único objetivo es la desestabilización, ya que hasta ahora no han colocado una propuesta en favor de México que resulte pertinente”, acusa.

Por otro lado, considera que en “la esquina azul”, todo se lo recargan al Presidente, “él picha, cacha, batea y fildea, porque está rodeado de personas que se beneficiaron de su liderazgo, pero que realmente no tienen capacidad de propuesta ni calidad argumental”, enfatiza.

Aunque acepta que el partido mayoritario requiere del apoyo del gobierno para movilizar a sus simpatizantes: “¿Qué no estábamos en contra del PRI-Gobierno, que obligaba a los funcionarios hacer labores proselitistas?”, articula.

“Los fundamentalistas de uno y otro bando, le cierran el paso a los componentes cualitativos más importantes de la democracia: el debate, la pluralidad, el disenso y el consenso. Nadie quiere moverse en la oposición, porque le cae la autoridad fiscal y nadie quiere moverse en el Gobierno, porque lo corren en medio de esa parálisis, solo quedan las campañas veladas, sucias y sin remitente”, pronuncia.

Empero, aclara que el problema de sembrar odio y tener como objetivo triturar al contrario, es que mañana no habrá puentes de comunicación y acuerdo, solo de miedo y violencia.

En resumen, expresa, es que hay que debatir sin miedo y votar con seriedad este domingo, “y también en los sindicatos, en los órganos de representación vecinal, en las elecciones intermedias y concurrentes. Participar, es justo, tomar parte de una solución para no seguir formando parte del problema”, insiste.

-¿Votar por AMLO o en contra de él? –pregunta El Universal.

-Creo que es un ejercicio de evaluación, de resultados de una gestión pública –responde de inmediato--, no un certamen de simpatía o un concurso de filias contra fobias.

“No se trata de evaluar a un hombre, sino los resultados concretos de su administración a la mitad de su mandato, además de valorar el actuar de más de millón y medio de servidores públicos federales y los indicadores de cada dependencia y organismo. Las grandes transformaciones nacionales son procesos colectivos y no individuales”, detalla.

En el caso particular que nos ocupa este 10 de abril, dice, “desde donde estamos, que es en el movimiento social, llamamos a no regatear el apoyo al Presidente. Refrendémosle la confianza depositada. Contribuyamos a la estabilidad del gobierno y permitamos que concluya su mandato, para que sea la historia quien diga la última palabra y, sobre todo, preservemos este nuevo instrumento de participación política, de democracia participativa, para que no tengamos que soportar nunca más a gobernantes electos ineptos o ladrones”.

Así que en resumen, sentencia, “los progresistas de la Ciudad vamos a votar porque el Presidente concluya su mandato, con el respaldo del electorado en medio de un ejercicio oficial e institucional”, destaca.

Para ello, revela que en términos operativos, han instalado Comités Informativos Progresistas en 40 municipios del Estado de México y en 10 Alcaldías de la Ciudad de México, con la tarea de debatir los resultados y los indicadores institucionales del Gobierno federal.

“Hemos concluido en llamar a votar para la continuidad del presidente Andrés Manuel López Obrador por atender, en lo general, a los rezagos más importantes de los mexicanos: la marginación, la desigualdad y la pobreza”, expresa.

Dichas tareas, destaca, han sido prioridad del Ejecutivo federal y es razón suficiente para respaldarlo en las urnas este domingo, “aunque hay tareas pendientes, que ya le haremos saber en ánimo constructivo. Consideramos que, en lo fundamental, ha logrado fracturar a los grupos de interés que tenían secuestrado el desarrollo nacional y que hoy marchan vestidos de blanco”, comenta.

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