Pese a la advertencia del subsecretario de Gobierno capitalino, Arturo Medina Padilla, de que no permitirán que un grupo de comerciantes se apodere del Centro Histórico, ayer por la mañana cerca de 5 mil ambulantes realizaron una marcha del Monumento a la Revolución al Zócalo, para luego efectuar un mitin afuera del Congreso de la Ciudad.
Recordó el funcionario que esta administración ha optado por la recuperación del Centro Histórico, ha realizado acciones para el rescate del espacio público, mediante obras y el reordenamiento del comercio informal, por lo que a los ambulantes les fueron asignadas plazas para realizar esta labor.
Destacó que esta zona es considerada Patrimonio Mundial Cultural, ya que concentra la historia prehispánica, colonial, independiente y moderna de nuestro país, y es uno de los principales destinos turísticos del mundo, por lo que argumentó que es necesario preservarla y priorizar su uso para residentes, peatones y visitantes.
Por ello, insistió en que las puertas del diálogo siguen abiertas a las personas que deseen acercarse al Gobierno, “desde donde se prioriza el respeto a los derechos de todos, pero también la movilidad y el disfrute del espacio público”.
Medina Padilla añadió que trabajan para que los accesos a museos, hospitales y edificios públicos, además de vialidades, estén libres de comercio informal y sea posible el tránsito de personas adultas mayores o con discapacidad, además del arribo de servicios de emergencia.
En tanto, los comerciantes en vía pública que encabeza Diana Sánchez Barrios desde las 8:00 horas comenzaron a reunirse en la explanada del Monumento a la Revolución y 30 minutos después marcharon rumbo al Zócalo capitalino.
La movilización fue para exigir que cesen los operativos violentos en su contra, “y queremos que el gobierno de Claudia Sheinbaum nos escuche. No somos ladrones sino gente trabajadora, dispuesta al diálogo. Pero es algo que no ha aceptado”, denunció.
Al llegar al Zócalo, los manifestantes hicieron una escala afuera de las oficinas de la jefa de Gobierno, y luego continuaron hacia el Congreso local, donde desde la madrugada instalaron dos pantallas gigantes, grandes bocinas y un templete bajo las escalinatas del Antiguo Palacio de Donceles, donde mostraron videos de los últimos operativos en los que comerciantes son golpeados por elementos de la policía.
Por esta razón la validad en la zona fue interrumpida hasta cerca de las 13:00 horas.
Compromiso
Posteriormente, Diana Sánchez Barrios pidió ser recibida por los diputados locales, quienes celebraban la primera sesión del periodo ordinario, a fin de que le expliquen el motivo por el que está frenada su iniciativa de ley del trabajo no asalariado, mejor conocida como Chambeando Ando.
Minutos después fue recibida por los presidentes de la Mesa Directiva y la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Isabela Rosales Martínez y Mauricio Tabe Echartea, respectivamente, para dialogar sobre el estatus de dicha iniciativa ciudadana, que tiene el grado de preferente.
Al salir de la reunión, la lideresa reveló que los diputados le anunciaron que el próximo 24 de febrero quedará listo el dictamen de la ley del trabajo no asalariado, para ser presentado ante el pleno el 25.
“Pero están conscientes de que mi iniciativa lleva mano, por lo que deben trabajar sobre esa base e ir ajustándola con seis propuestas más: otra que también es iniciativa ciudadana, la de María Rosete Sánchez, y cinco de los partidos políticos.
“La nuestra, insisto, por ser preferente es con la que se tiene que trabajar”, enfatizó Sánchez.
Aseguró que no permitirá que los diputados hagan su propia ley, con partes de cada una de las iniciativas que han presentado.
De allí que durante la marcha cargaron un muñeco con el nombre de Ley Frankenstein: “Esto no es un laboratorio, el comercio popular y quienes trabajan como no asalariados merecemos respeto. Es una burla que hayamos puesto nuestro empeño y esfuerzo en trabajar en ella, y que ahora pretendan convertirla en un monstruo”.