El taller en donde hacen velas es una especie de cueva con olor dulce, en ocasiones a flores de panteón, pero siempre con luz. En una mesa pequeña se amontonan moldes con cera, botellas con esencias, pinturas para los detalles en calaveritas, cempasúchil, panes de muerto y otros modelos para este Día de Muertos.
Es la familia Heredia una de las 777 cooperativas registradas en la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo. Ahí adentro elaboran velas de temporada de manera artesanal, pero la fortaleza de esta familia ubicada en el pueblo Santiago Tepalcatlalpan, Xochimilco, no es acoplarse a la temporada cómo lo hacen para este Día de Muertos, sino ofrecer diseños únicos.
Andrea Hernández Heredia toma un cúter y comienza a dar forma a los pliegues de una flor de cempasúchil en cera. Tan sólo acercarse a esa vela —que formará parte del stock de 200 para las ventas de esta festividad—, se puede percibir el olor.
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En los costados del taller se encuentran las dos máquinas para fabricación de velas industriales que pudieron adquirir con el programa de fortalecimiento de la Secretaría del Trabajo capitalina, es decir, aquellas que todos adquieren en un vasito de vidrio.
Diana Laura Hernández recuerda cómo iniciaron esta cooperativa: su hermana Nayeli comenzó con un negocio deshidratando fruta, hasta que se conformaron en 2019, entre hermanas y sus padres. La fruta la vendían como snack, luego hicieron collares con esa fruta y parafina.
Sin reparar en ello, las hermanas Hernández Heredia, ya conocían el proceso para hacer una vela, y es que su abuela, después de Día de Muertos recorría los panteones recogiendo la cera derretida de las tumbas para volver a fundirla en un cazo.
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