En colonias de la Ciudad de México existen entre 20 y 30 desarrollos inmobiliarios construidos para la estancia temporal de turistas. Se trata de edificios que se ofertan, de manera directa o a través de plataformas digitales, como alojamientos turísticos, pero en realidad operan como “hoteles clandestinos”.
De acuerdo con documentos a los que tuvo acceso EL UNIVERSAL, estos inmuebles, que suman 750 departamentos, conocidos como “construidos para rentar”, están ubicados en colonias de alta demanda turística; por ejemplo, en la Nápoles, Roma, Condesa y Polanco, en las alcaldías Benito Juárez, Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo.
La mayoría de los edificios rentan sus espacios de manera directa, a través de su plataforma, y se promueven en Instagram y Facebook.
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La estancia promedio de sus huéspedes es de cuatro días, con un costo de entre 50 y 100 dólares, poco más de 2 mil pesos.
La proliferación de este tipo de construcciones ha generado afectaciones a dueños que rentan alguna propiedad que no utilizan o habitaciones en su residencia.
“Hay una gran diferencia entre quienes tuvimos un departamento, luego compramos otro al que nos mudamos y decidimos rentarlo por días o semanas, a quienes construyen o compran un inmueble entero para ponerlo todo en renta. A mí me afectan las regulaciones porque no están viendo la diferencia entre ambos casos”, expresó Lucía López, quien renta un pequeño departamento en la colonia Doctores, en la alcaldía Cuauhtémoc.
Lucía también renta una habitación de su casa actual, en la colonia Roma, cuando no se usa o necesita ingresos extra, por lo que advirtió que “no es justo que legislen pensando en quienes se están haciendo ricos realmente haciendo hoteles sin permisos, cuando la mayoría que alquilamos para estancias cortas somos personas de clase media que tuvo oportunidad de tener uno o dos inmuebles”.
Estos “hoteles clandestinos”, con un promedio de 25 departamentos por edificio —algunos incluso con servicio de recepción—, se ofertan a través de sitios como Booking, Airbnb, Expedia, Google Vacations Rentals, Best Day, c, Despegar y VacayMyWay, por lo que compiten con los pequeños propietarios que colocan sus inmuebles en estos espacios y están siendo estigmatizados por la proliferación de estos negocios sin regulación.
El modelo Construir para Alquilar (Build to Rent, BTR) se refiere a desarrollos inmobiliarios destinados exclusivamente al alquiler, sin opción de compra para los inquilinos.
Este esquema ha ganado popularidad en América Latina, especialmente tras la pandemia de Covid-19, impulsado por grandes fondos de inversión.
La inscripción de sus espacios en las plataformas digitales permite a los propietarios de los edificios “construidos para rentar” omitir el cumplimiento o la obtención de 14 permisos o trámites que los hoteles deben cubrir, como la constitución de una empresa o persona moral, la obtención del certificado de uso de suelo comercial, la generación de las licencias de funcionamiento, la inscripción al registro nacional de turismo y la aprobación de verificaciones tanto sanitarias como de protección civil.
La Ley de Turismo local no considera una distinción entre los propietarios que rentan un departamento o vivienda y los que tienen disponible un edificio.