Nezahualcóyotl, Méx.— Los sismos de septiembre de 2017 y el registrado el 7 de septiembre de este año, ambos de magnitud 7.1, afectaron los puentes vehiculares del Periférico Oriente, en el territorio de Nezahualcóyotl, en el Estado de México. El puente 3 dañado hace cuatro años fue puesto en funcionamiento en diciembre de 2020, después de más de tres años del movimiento telúrico; el 2 se estima que estaría sin operar un año, aproximadamente.
El 23 de septiembre, 16 días después del temblor pasado, la Junta Local de Caminos del gobierno del Estado de México y el ayuntamiento de Nezahualcóyotl determinaron cerrar a la circulación vehicular en el puente 2, para evitar que se presentara un accidente por los daños que sufrió la estructura.
El cierre de esa estructura afecta la circulación de esa vía que conecta al sur-oriente con el poniente del Valle de México y que será la que una a esa zona con el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, ubicado en Tecámac-Zumpango, a través de las autopistas de peaje Peñón-Texcoco, Pirámides-Texcoco y la recién inaugurada Siervo de la Nación.
En el entronque del Periférico Oriente y el Bordo de Xochiaca, en el límite de las alcaldías Iztapalapa, Iztacalco, Venustiano Carranza y el municipio mexiquense de Nezahualcóyotl se genera un cuello de botella prácticamente a cualquier hora del día, desde el 23 de septiembre cuando fue cerrado el acceso al puente, por lo que los conductores tardan en ese punto hasta media hora para llegar hasta la autopista Peñón-Texcoco, que es un tramo de menos de tres kilómetros.
Aunque el gobierno municipal adecuó dos retornos para agilizar el tránsito vehicular, casi frente a la Alameda Oriente de la alcaldía Venustiano Carranza, conductores de vehículos particulares, transporte público y de carga, sufren para transitar por la zona.
Largo y sinuoso camino
El movimiento telúrico magnitud 7.1 dañó esta vez ese puente de los tres que se construyeron en esa área de la metrópoli para que los automotores puedan pasar por arriba del brazo derecho del Río Churubusco.
“Lo que se dañó son las trabes, se encuentran en una situación que hubo desplazamientos y ahora se están haciendo revisiones del tema de los cortantes, el refuerzo transversal, no se tiene el presupuesto para este tipo de daño; sin embargo, la Junta Local de Caminos está haciendo los estudios, debe determinar el costo que va a requerir y reforzar esta estructura y considerarlo para el presupuesto del próximo año”, explicó Joel González Toral, director de Obras Públicas del gobierno de Neza.
Permitir que continuara abierto a la circulación representaba un peligro latente para los miles de vehículos que transitan por ese tramo todos los días.
Una empresa que contrató la Junta Local de Caminos es la encargada de llevar a cabo los estudios que determinarán el grado de afectación que tiene la estructura, pero se tardará aproximadamente cuatro meses.
“No tenemos fecha porque apenas se están llevando a cabo los estudios, el pasado 23 de septiembre se tomó la decisión de cerrarlo y de ahí en adelante se están haciendo revisiones”, dijo.
Después de que se efectúe el diagnóstico, esperarían a que se asigne el presupuesto 2022 para su rehabilitación y luego empezarían las obras, por lo que se extendería varios meses el cierre.
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