A cuatro días de los actos vandálicos cometidos durante la marcha antigentrificación en las colonias Roma y Condesa, alcaldía Cuauhtémoc, decenas de clientes ya consumen en estos establecimientos entre pintas, vidrios rotos y protecciones de madera. En la zona están elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina (SSC).
La taquería Califa y el Starbucks, dos de los establecimientos más dañados, volvieron a ofrecer servicio, pero con estructuras de madera para proteger sus vidrios y con policías que vigilan el exterior.
“¡Hola. Estamos abiertos!”, se lee en carteles en esta cafetería ubicada en Hipódromo Condesa, mientras que parte de su personal dirige a nacionales y extranjeros al interior.
El Foro Lindbergh, ubicado en el Parque México, aún continúa con pintas como “Mata a un gringo”, “Muerte a Airbnb”, “Aprende a hablar español”, con decenas de personas, niñas y niños jugando en el interior.
“Da tristeza venir aquí, a donde yo venía de pequeño con mi mamá, me acuerdo que me traía a jugar y, pues, esto: ver cómo lo pintan quienes según dicen defender la Condesa”, dijo Martín García, mientras comía un raspado con su pareja.