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Naucalpan, Méx.— Pocos conocen y han visitado la pirámide de El Conde, pese a que está ubicada a unos pasos de Periférico Norte, donde incluso los mapas digitales de búsqueda refieren a quien la busca, al hotel del mismo nombre, pero no a la zona arqueológica que por su riqueza histórica y cultural, fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación.
Caminar por esta zona es adentrarse a lo que ocurría en esta región del Valle de México hace casi 800 años, 2 mil años después de la cultura Tlatilca, explicó el arqueólogo Francisco Mayén Anguiano, subdirector de Patrimonio Cultural de Naucalpan, quien indicó que este es sólo uno de los tesoros históricos del municipio, junto con la vieja estación del ferrocarril, el Cerro de Moctezuma, el Acueducto y la propia basílica de Los Remedios.
La pirámide de El Conde se ubica entre las calles Ozumba, Texcoco, Acambay y Chalco, en la colonia El Conde, entre la zona industrial de Naucalpan y el río Hondo, a unos pasos de Periférico Norte, por donde todos los días transitan más de 300 mil personas, que en su mayoría, desconocen la existencia de esta zona arqueológica, admitió el arqueólogo.
La zona ocupa casi una hectárea, la base piramidal abarca aproximadamente 3 mil metros cuadrados, con una base de 65 metros de largo por 42 de ancho, y es custodiada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y está abierta al público de martes a domingo, de 10 a 17 horas, pero lo cierto es que pasan días y nadie visita el sitio.
La pirámide de El Conde permaneció oculta por muchos siglo por un cerrito, al estar cubierta por tierra, pasto y plantas; quizá por eso los españoles a su paso no lo vieron, Hernán Cortés pasó a una cuadra de aquí por la avenida que hoy conocemos como 16 de Septiembre —que es la continuación de la calzada México-Tacuba que llega hasta lo que fue la gran Tenochtitlán— relató el arqueólogo.
Aquí no vivió ningún conde, pero tomó ese nombre porque hace unos 170 años, a mediados del siglo XIX, vivió en este predio el señor Manuel Conde, quien construyó su casa sobre la zona arqueológica, reveló el subdirector de Patrimonio Cultural de Naucalpan.
En 1907, el arqueólogo Manuel Gamio descubrió esta zona arqueológica; en 1917 delimitó el área del edificio y, un año después, inició la exploración del sitio —registrado el 21 de abril de 1921, hace casi 100 años— como monumento arqueológico, además de que este siglo fue declarado Patrimonio Cultural del Estado de México y de la Nación, señala información del INAH expuesta en el sitio.
Cuenta además con un sistema ancestral de captación de agua de lluvia, que conducía el afluente hasta una pileta, además de a un aljibe y después por un canal hasta campos de cultivo de lo que después fue una hacienda conocida como El Prieto, la cual fue construida en el siglo XVI, hace casi 500 años.
Frente a la pirámide de El Conde está el mercado de esta colonia, donde los visitantes puede almorzar o beber aguas y licuados de frutas naturales, destacó el arqueólogo, quien anunció que preparan un festival cultural para celebrar el 21 de marzo, el equinoccio de primavera en esta zona arqueológica, para que la gente la valore y se apropie de este sitio que hoy es ignorado por la mayoría.