Habitantes de la colonia Granjas San Antonio, en Iztapalapa, donde se ubica la nueva sede la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), esperan que el sitio no se convierta en una zona de campamentos.
“Yo esperaría que las autoridades manejen la situación en la zona para que no se presenten campamentos por seguridad de todos”, dijo la vecina Penélope Amores.
Este sede de la Comar inició operaciones el 5 de agosto tras el cierre, el 24 de mayo, de la ubicada en la colonia Juárez. Ayer llegaron migrantes de Cuba, Venezuela, Haití, Colombia y Angola que viven en la Ciudad de México y están en proceso de tramitar su residencia.
En estas nuevas instalaciones, ubicadas sobre avenida Año de Juárez, a unas calles del Metro Escuadrón 201, los migrantes hacen filas frente a las dos puertas del edificio y esperan en las bancas del camellón de enfrente.
“Puede ser en favor y en contra, porque muchas veces son personas de bien, pero también hay gente que luego trae malas intenciones (...) yo no tengo ningún problema de que estén aquí, al final también tienen derecho a todo y vivimos en un país libre, pero cuando se forman campamentos hay problemas con los vecinos”, comentó Lucio Buendía.
Cynthia Pérez, directora general de Coordinación Nacional de la Comar, informó que en 2023 se dieron 140 mil atenciones a refugiados.